Ellos son

Participaron en la entrevista Eleonor Gutiérrez (20), estudiante de Ciencias de la Comunicación; Carlos Pereira das Neves (24), de la Licenciatura en Historia; Matías Rodales (24), de la Licenciatura en Desarrollo; Camilo dos Santos (23), de Antropología y Bellas Artes; Andrés Curbelo (20), de Profesorado en Sociología; Lucía Amarillo (21), de Psicología; Adriana Machado (21), de la Facultad de Agronomía; y Natalia Díaz Navarro (22), de Bibliotecología.

-En el campamento se habló del voluntariado y el Plan de Impacto Habitacional. ¿Cómo piensan aplicarlo?

-La estrategia para que más gente se sume al voluntariado trasciende la militancia de una campaña. Apuntamos a que se involucre toda la sociedad y no sólo un determinado partido. No es que por ser de izquierda tengas que estar obligado a participar, sino que apuntamos a algo más amplio. En el MPP, que es la fuerza del presidente, sentimos que tenemos que ser la punta del proceso, pero no para decir que somos la vanguardia, sino porque estamos convencidos de que es el camino.

-El Plan de Impacto Habitacional es algo concreto para empezar, pero el voluntariado funcionará en otras cosas. La idea es engancharse más activamente con todo el proyecto nacional de solidaridad que impulsa el Frente Amplio [FA]. Eso puede incluir temas vinculados con la salud, como el estado de los hospitales o la lucha contra las drogas, entre tantos.

-¿Involucrar a los jóvenes en esta tarea puede resultar especialmente complicado?

-No vemos que sea sólo la barra joven la que está quieta. Muchas veces se tiene la idea de que los jóvenes no participan, aunque tampoco hay muchos mayores en la vuelta. Uno ve a los que están en cargos de dirigencia, pero eso no es mayor participación. No vemos que la quietud sea un problema de jóvenes, y hoy en los centros barriales militan más estudiantes que veteranos, por ejemplo.

Lo dijeron

Diferencias: En la campaña, cuando ya estaba la fórmula definida, acordamos con los demás sectores que cada uno tenía que hacer lo que le salía mejor. Como gurises del MPP no pretendíamos aparecer en televisión, porque nos tienen como reítos [risas] y además hablamos medio como paisanos. Eso que lo hagan los jóvenes socialistas o del Nuevo Espacio, que lo saben hacer muy bien, y nosotros podemos salir a los barrios con la gente del PCU. Son metodologías diferentes y hay que aprovecharlas con una única dirección política. Adioses: Nosotros también somos la barra, la única diferencia es que ellos arrancaron cuarenta años antes. Para nosotros, y ahora más que nunca, las banderas siguen siendo la liberación nacional y el socialismo. CAP-L: Obvio que la salida del Ñato no la vivimos igual que Pepe y los compañeros más viejos, que sintieron más el golpe emocional. Vimos las diferencias políticas en sí y lo tomamos como un compañero que, por sus razones, dejó de militar en el colectivo. La relación con los jóvenes de la CAP-L es igual a la de cualquier sector y militamos juntos en toda la campaña. Camiseta: La ética en la política significa actuar con honestidad en todos los planos de la vida. La lucha por una sociedad más justa no puede correr sólo durante la actividad política, sino que hay que salir a dar el ejemplo. La política no es una camiseta que nos ponemos para entrar al local, sino que la llevamos a todos los lugares. Y, sobre todo, no vemos a la política como una actividad con fines de lucro.

-Esto va a arrastrar muchos gurises, porque el trabajo voluntario tiene una mística, desde el Che Guevara para adelante. Para muchos compañeros de nuestra edad es más atractivo el trabajo social que buscar un cargo o imaginarse como diputados. Algunos medios que cubrieron el campamento se quedaron sólo con los cánticos o con cuestiones accesorias, como los ladridos de un perro, y la verdad es que no nos gusta que nos tomen el pelo, porque esto es más serio. No es solamente “vamos a levantar una casa”, sino la búsqueda de soluciones integrales para diferentes problemáticas, mezclada con mística y valores que tenemos incorporados. Un compañero nuestro planteaba hace poco, con la idea de aportar para la descentralización de la Universidad y conseguir recursos para la educación, organizar una jornada de trabajo con jóvenes cortando caña en Bella Unión.

-¿Piensan que los demás sectores del FA se van a involucrar?

-Se va a dar por contagio, conversando con compañeros o amigos. El voluntariado no es una cuestión del MPP. Hay un entusiasmo que ya está en el aire y que se pudo ver el 1º de marzo, con muchísimos jóvenes en los festejos. El Pepe continuamente está dando señales de que todo lo dicho es posible y la gente cree de verdad en eso. Mucha gente votó a Pepe por lo que significa él, más allá del FA o el MPP. En este caso, no importa si sos blanco, independiente o anarco, sino que te interese participar en la solución de problemas que tiene mucha gente.

-No somos hormiguitas como para que nos vayan a decir “andá a construir” y vayamos. Abajo hay cosas muy fuertes que están pasando y el trabajo intelectual también puede tener que ver con saber interpretar eso. Una cosa es sumarse a estas tareas porque lo dijo el Pepe y otra es pensar con perspectiva de largo plazo, y siendo consciente.

-Hace pocos días Marenales decía que los comités de base están “llenos de viejos” y que los veteranos que están “anquilosados en los asientos” espantan a los jóvenes. ¿Coinciden?

-En parte, esto que planteamos es una nueva manera de hacer política. Nos acostumbraron a que la política es cuestión de doctores, escribanos y gente de traje y corbata. Cuando le hacemos ver a una persona que puede solucionar su problema con la ayuda de otros, estamos haciendo más política, quizá, que la que puede hacer el Parlamento. Es importante la tarea de los legisladores, por algo participamos en esto y nos metimos en la campaña, pero la pata social y estar en contacto con la gente es prioritario para nosotros. Y pregonamos la organización de la gente desde abajo, pero no para destruir nada. Las organizaciones sociales como el PIT-CNT y FUCVAM tienen que estar en primera fila en esto del voluntariado.

-¿Cómo es la convivencia con los “viejos” del MPP?

-Estamos fusionados, la relación es igual a la que tenemos entre nosotros. Muchos nos preguntan cuál es nuestra historia con Pepe o Lucía, y la verdad es que los vemos como compañeros, iguales a tantos otros. Nada va a cambiar porque sean el presidente de la República y la presidenta de la Cámara de Senadores. Para nosotros el compañero que asume un cargo no pasa ser un iluminado, y está en un puesto de militancia más. La fama la hacen las cámaras, pero acá adentro somos todos iguales. Y no somos los gurises del Pepe, somos los gurises del MPP y no nos subordinamos a nadie. Si bien Pepe, Lucía, Bonomi, Evaristo, el Pájaro y otros viejos que no son tan conocidos tienen una carga de cosas vividas muy importantes y que merecen respeto, nosotros estamos para hacer nuestro propio aporte, sin hacerles mandados a otros.

-¿Sienten que con Mujica presidente están obligados a ser el sector más oficialista?

-Eso es lo que menos queremos. Que Pepe sea un compañero no quiere decir que no se equivoque, ni que tengamos que transformarnos en el FA. Cuando Pepe y Danilo piden que no los dejemos solos no están diciendo que los sigamos a todos lados con obediencia. Están diciendo que los problemas y las inquietudes hay que plantearlas, para que ellos realmente representen la voluntad popular en todo momento. Estar arriba no significa dar órdenes para abajo permanentemente, la pata institucional y la social tienen que ir juntas detrás del mismo objetivo.

-El MPP es un movimiento político que está presente en diversos ámbitos y no nació solamente para asumir la administración del Estado. Participamos en el juego electoral porque todos los puestos de lucha sirven para dar nuestros mensajes, porque cuando Pepe decide quedarse en la chacra siendo presidente es claro que nos está diciendo algo.