Más de 30 millones de colombianos fueron llamados ayer a votar para elegir 102 senadores, 166 diputados, cinco representantes para el Parlamento Andino y el candidato presidencial del Partido Verde (PV) y del Partido Conservador (PC), aliado del Partido Social de Unidad Nacional (Partido de la U), del presidente Álvaro Uribe.

El resultado de estas elecciones, que se conocería hoy, servirá para medir las fuerzas de los partidos políticos con miras a las elecciones nacionales del 30 de mayo. Había dudas ayer acerca de si el uribismo mantendría su mayoría en el Congreso, en el que ocupa el 60% de los escaños, incluso luego de que una treintena de legisladores fueran retirados de sus cargos por vínculos con casos de corrupción, informó la BBC.

Otro aspecto definitorio de la jornada de ayer fueron las elecciones internas de dos partidos, en especial las del Partido Conservador, en el que se enfrentaban dos candidatos con opiniones diametralmente opuestas en particular acerca de Uribe.

Uno de ellos es Andrés Felipe Arias, ex ministro de Agricultura, cercano al presidente y quien se proclama como su heredero político. Su opositora, Noemí Sanín, ex contendiente en las internas de Uribe, marcó sus distancias con el mandatario. Y aunque Sanín y Uribe no son irreconciliables, el oficialismo teme que en caso de que ella gane en la interna, no mantenga la alianza con el Partido de la U y su candidato, el ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos, desestabilizando al uribismo. Se estimaba que ayer, abstención mediante, unos 13 millones de ciudadanos irían a las urnas a elegir entre 2.539 candidatos, mientras que más de 10.000 efectivos de las Fuerzas Armadas estaban a cargo de garantizar la normalidad de las elecciones.

Otra medida de seguridad consistió en el cierre de fronteras durante la jornada electoral. El ministro del Interior, Fabio Valencia Cossio, indicó que también se buscó “evitar la trashumancia electoral”, especialmente luego de que el opositor Polo Democrático Alternativo reconociera que recurrió a ciudadanos con doble nacionalidad -colombiana y venezolana- para sumar votos.

Aun así, no se pudo evitar que la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) amenazara a los ciudadanos, principalmente en el sur colombiano, para que se abstuvieran de votar o apoyaran a ciertos candidatos, según denuncias de la congresista Piedad Córdoba, quien actuó como mediadora entre la guerrilla y el gobierno para la liberación de rehenes, y también de la independiente Misión de Observación Electoral.

Esta organización también advirtió que como resultado de las elecciones pueden llegar al Congreso personas con vínculos ilegales conocidos. La coordinadora de investigaciones y analista política Claudia López señaló que varios políticos implicados con el escándalo de la parapolítica son candidatos a cargos legislativos. Denunció también que al menos 90 senadores y diputados, en su mayoría uribistas, fueron o son investigados, procesados o sentenciados por estas causas, en las que se investigan acuerdos entre paramilitares y políticos.

López aseguró que “se está gestando una nueva generación de narcopolítica”, con candidatos financiados por el narcotráfico que no se preocupan “tanto” por disimularlo.

El Consejo Nacional Electoral colombiano inhabilitó a un nuevo partido afín a Uribe, la Alianza Democrática Nacional (ADN), porque sus candidatos fueron procesados o condenados por vínculos con grupos paramilitares. Sin embargo, una treintena de legisladores logró que familiares cercanos se presentaran a las elecciones en su lugar, informó EFE. La mayoría de ellos se nuclean en el Partido de Integración Nacional (PIN), que según la directora de Misión de Observación Electoral, Alejandra Barrios, integra a políticos que fueron rechazados en otros partidos por sus vínculos con paramilitares.

Entre los candidatos que sí están habilitados para asumir cargos legislativos está el ex guerrillero Pedro Pablo Montoya, alias Rojas, quien mató a un miembro de la cúpula de las FARC mientras dormía y para cobrar la recompensa le cortó su mano para entregarla como prueba a las autoridades.

También se candidatearon seis antiguos rehenes de las FARC que fueron liberados en los dos últimos años, entre ellos la ex candidata a la vicepresidencia Clara Rojas. Otros candidatos son estrellas televisivas, deportistas o toreros que desde los más diversos partidos buscan llegar al Congreso.

Una candidata que llamó la atención es la abogada María Fernanda Valencia, ex viceministra de Turismo del Partido de la U, quien prometió desnudarse si gana las elecciones, porque la política colombiana “necesita un destape”. Valencia apareció en la portada de una revista pornográfica con la leyenda “Vote por mí, y me desnudo para la próxima edición”.