“No dejen que les digan que la única opción es entre los dos partidos tradicionales que se han pasado la posta por 65 años, haciendo y rompiendo las mismas viejas promesas”, dijo Nick Clegg, el candidato a primer ministro del Partido Liberal Demócrata, durante el debate que dio un giro a la contienda electoral británica. Se refería a los partidos Conservador y Laborista, que gobiernan el Reino Unido desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. El encuentro, en el que participaron también el primer ministro laborista, Gordon Brown, que busca la reelección, y el líder conservador, David Cameron, fue transmitido en vivo por televisión por primera vez en la historia electoral del país, y fue seguido por 9,9 millones de personas, cuando faltan tres semanas para las elecciones. Clegg tiene tres hijos y su esposa es española, y a sus 43 años es el dirigente más joven de los tres principales partidos británicos. Llegó al debate como el menos conocido de los tres candidatos. Uno de cada cuatro votantes no sabía quién era. Pero, según las encuestas, la mayoría lo consideró el ganador de ese encuentro, en el que encontró una exposición pública que puede favorecerlo.

Un 43% de los televidentes consideró a Clegg el ganador del debate, según sondeos del canal que lo transmitió, ITV. Un 26% dio por ganador a Cameron, y 20%, a Brown. La prensa británica asegura que no fue una gran sorpresa, porque ésta era una gran oportunidad para los liberales, ya que “nunca se le ha permitido a un líder liberal demócrata poner siquiera su cara frente a toda la nación”, explicó el especialista en asuntos políticos de BBC, James Landale.

Una encuesta difundida ayer por el periódico The Mail On Sunday asegura que si las elecciones fuesen hoy Clegg sería el favorito ante Cameron y Brown. El Partido Liberal Demócrata conseguiría 32% del electorado; el Partido Conservador, 31%; y el Partido Laborista, gobernante desde hace 13 años, 28%. Es la primera vez que un partido gobernante británico baja al tercer lugar en una encuesta.

Otro sondeo, organizado por YouGov y publicado por el diario The Sun -que apoya a Cameron-, también sitúa a los laboristas en el tercer lugar con 28% de los votos. Pero en éste, los liberales de Clegg obtendrían 30%, detrás de los conservadores, con 33% de los sufragios. Tomando como referencia la encuestadora YouGov la intención de voto de Clegg ganó ocho puntos, los conservadores perdieron cuatro y los laboristas, tres.

Durante el debate Brown y Cameron se concentraron más en atacarse entre sí que en preocuparse por Clegg, quien aprovechó para criticar a los dos y para insistir en presentarse como la “alternativa” a ambos. El primer ministro hizo énfasis en que el gobierno debe seguir con el proceso de la recuperación de la economía, mientras que Cameron llamó a combatir el miedo al cambio. Las encuestas indican que ninguno de ellos conseguirá mayoría parlamentaria y que, por lo tanto, deberán buscar alianzas. Por el momento, en ese escenario, los británicos visualizan a Clegg como el candidato del partido al que cortejará el ganador más que como el próximo gobernante. Pero los británicos tienen todavía dos jueves de debate para decidir.