Poco a poco te lo digo

Uno de los sectores que más énfasis realizaron en la necesidad de renovar las estructuras frenteamplistas fue el Partido Socialista (PS), tras considerar que el Plenario Departamental del FA había “vetado” la candidatura de Daniel Martínez a la Intendencia de Montevideo. Ayer, el Comité Central del PS realizó una primera evaluación de los resultados del proceso electoral. Según la declaración, el saldo de las departamentales marca “un retroceso” a nivel global y en Montevideo: “El descenso en la votación del FA y el alto porcentaje de votos en blanco y anulados plantean dos desafíos inmediatos”. En primer lugar convoca a “provocar una revolución en la gestión del quinto gobierno de Montevideo” y llama a Ana Olivera a conformar un “equipo plural y con la ideoneidad necesaria”. Sobre el voto en blanco, para los socialistas “constituye un contundente mensaje para la dirigencia, quienes deberemos demostrar con acciones concretas que lo hemos captado”. La declaración del órgano socialista propone “definir una profunda revisión del FA, comenzando con el debate y actualización del compromiso político y su rumbo estratégico”. “No hay tiempo para excusas y está en nuestras manos y responsabilidad la actualización del proyecto político, así como redefinir su estructura organizativa y de decisiones, superando el divorcio que actualmente existe entre ésta y el pueblo frenteamplista”, señala, y agrega que promoverán “mecanismos de democracia directa para la definición de los y las representantes frenteamplistas a cargos electivos”. El PS también marca postura respecto de una eventual reforma del sistema electoral, y propone “discutir la separación de las elecciones nacionales de las departamentales y municipales, trasladando la realización de las dos últimas a la mitad del período de gobierno nacional”, “profundizar la libertad de los electores” habilitando el voto cruzado entre lemas departamentales y municipales, e “incorporar una disposición que, ante mayorías significativas entre el primer y segundo lema en la primera vuelta, no sea necesaria la segunda”.

En el encuentro de ayer no hubo instancia de discusión o intercambio, sino que fue para que cada intendente, los que ganaron y los que perdieron estando al frente de una comuna, diera su versión de los hechos sobre lo ocurrido en las departamentales. Participaron todos los involucrados, menos Juan Giachetto y Marcos Carámbula, y sobre la mesa estuvieron presentes cuestiones de gestión, el vínculo con la fuerza política y el efecto de la Ley de Descentralización en las elecciones municipales.

Luego de haber escuchado las intervenciones de los dirigentes departamentales, el presidente del FA, Jorge Brovetto, dijo a la diaria que surgen algunas cosas “evidentes” respecto de por qué se ganó o perdió en cada uno de los departamentos. “No alcanza con la gestión para obtener la victoria electoral”, resumió al explicar que en varios departamentos, pese a evaluaciones muy buenas, no se consiguió la reelección.

“Si no hay una tarea política coadyuvante a la buena gestión no es tan fácil obtener la reelección o ganar el voto popular”, reflexionó Brovetto, al tiempo que adjudicó esa tarea “no sólo a la fuerza política -por supuesto que las [mesas políticas] departamentales tienen que trabajar en el tema- sino también a las propias intendencias y los propios jerarcas”. El presidente del FA opinó que las autoridades departamentales muchas veces pecan de cierta “arrogancia al creer que porque hemos actuado con honestidad, con capacidad y con inteligencia, ya está todo resuelto”.

Para el presidente de la Fundación Líber Seregni, el politólogo Agustín Canzani, es necesario iniciar el proceso de análisis de las 19 gestiones departamentales, de las 19 campañas electorales y de los resultados como para dar explicación a la “pérdida de posiciones” del FA. Canzani señaló que a nivel departamental “cada caso es distinto”, y matizó que así como “no fueron tan claras las victorias de 2005, no fueron tan claras las derrotas de 2010”, ya que hace cinco años los triunfos fueron por márgenes pequeños en muchas intendencias, así como ahora también lo fueron las derrotas.

A nivel global y tomando en cuenta la necesidad de hacer un análisis multifactorial, respecto de las elecciones de mayo, Canzani consideró que una de las cosas a estudiar es el vínculo de la fuerza política con el interior del país: “El FA estaba muy habituado a hacer campañas nacionales y mucho menos acostumbrado a hacer campañas departamentales fuera de Montevideo, y eso no les pasa a los partidos tradicionales, que dominan mucho más el tema de las campañas departamentales fuera de Montevideo y tienen sus referentes, sus estructuras locales”.

Brovetto puntualizó que la “terapia” que inicia el FA no es para “entregar medallas al mérito ni buscar responsabilidades”, sino para analizar los resultados electorales, los gobiernos de izquierda y la propia fuerza política; “por supuesto que involucra la estructura, eso yo mismo lo planteé”, aclaró a la diaria. A su entender, el proceso electoral ratificó al FA como “la fuerza más grande del país”, pero aclaró que sería “un error tremendo creer que eso ya es determinante de que no hay nada para cambiar, sino que hay muchísimas cosas para cambiar, además de que ha habido señales claras en estas elecciones de que debieran cambiarse algunas cosas, y eso es lo que vamos a discutir”.

Canzani coincidió en la necesidad de afrontar el proceso de análisis de su estructura “a la luz de los desafíos de la fuerza política”. “Vos creaste una estructura para un partido que tenía el 20% o el 30%, probablemente para un partido que tiene el 50% puede presentar problemas; creaste una estructura para un partido que estaba más en la oposición y ahora está más en el gobierno, para un partido que era mucho más montevideano que del interior... hay cambios como para estudiar, parece razonable pensar si eso funciona bien o no”, concluyó en diálogo con la diaria.

El presidente del FA planteará hoy en la reunión de la mesa política nacional la necesidad de comenzar este proceso y, según informó, será el órgano de conducción el que defina las etapas del análisis y el cronograma de reuniones, que, aseguró, involucrará a todas las mesas departamentales, los legisladores, integrantes del gobierno nacional y las bases. El objetivo de la presidencia del FA es que el intercambio lleve “algunos meses” y que se concluya el debate en setiembre, cuando sesiona el Plenario Nacional.