Las elecciones internas de la Unión Cívica Radical (UCR), en Buenos Aires, dieron el domingo un impulso al liderazgo de Ricardo Alfonsín, el hijo del ex presidente Raúl, quien se impuso sobre sectores vinculados a la figura del vicepresidente Julio Cobos. El dato es una buena noticia para el gobierno argentino porque la proyección política de Cobos se ha impulsado a base de su enfrentamiento con el Poder Ejecutivo que lidera Cristina Fernández.

Pero en público quienes festejaron fueron Alfonsín y sus partidarios. “¡Es un alfonsinazo!”, decían en el búnker partidario de sus aliados, en el hotel Castelar. “Vamos a convocar a todos, a consolidar el proceso de recuperación y a llevar al radicalismo al gobierno en 2011”, decía el dirigente, entusiasmado al conocer su victoria. La lista que encabezó obtuvo más del 60% de los votos y relegó a la de Eduardo Santín, Federico Storani y Leopoldo Moreau, que impulsan la candidatura de Cobos. El vicepresidente fue el primer dirigente en felicitar a Alfonsín. Votaron en las elecciones radicales unos 120.000 afiliados, el 15% del padrón, y eligieron en esa instancia las autoridades del partido en la provincia, donde, según Alfonsín, es indispensable tener “un radicalismo fuerte” porque, de lo contrario, “es imposible ganar las elecciones”.

Pese a hablar de 2011, año electoral, el dirigente insistió en que “de candidaturas vamos a hablar más adelante”, informó la agencia de noticias estatal Télam. “No niego que hay amigos míos que se entusiasman con esa posibilidad, pero no estoy trabajando para eso”, dijo Alfonsín. Pese a sus declaraciones y a que estas internas se limitaban a la provincia de Buenos Aires, el tema de la eventual candidatura de Alfonsín se instaló el domingo en la agenda política argentina.

El legislador, además, declaró tras la votación que tiene una “excelente relación” con los dirigentes socialistas, de la Coalición Cívica y los del Gen, de Margarita Stolbizer, los sectores políticos con los que la UCR podría establecer alianzas para las elecciones de 2011, si lograra reeditar el Acuerdo Cívico y Social. Con esa idea presente, el senador radical Gerardo Morales se había entusiasmado antes de la votación con una victoria de Alfonsín porque una eventual candidatura de Cobos es rechazada por los socialistas y por la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, recordó Télam. “Si triunfa Ricardo se consolida el Acuerdo Cívico y Social”, vaticinó Morales antes de la elección.

En cambio, desde el sector opuesto al de Alfonsín, algunos aprovecharon su sintonía con Carrió, una dirigente que suele vaticinar problemas, para descalificar algunas de sus advertencias previas a la votación, cuando él decía: “Vamos a ir a la elección y si hay fraude lo vamos a denunciar”. En respuesta, su rival interno Moreau había dicho a la prensa: “El problema de Ricardito es que anda demasiado con Carrió y eso lo contagia”.

Al celebrar su triunfo, Ricardo no mencionó a Raúl, su padre, un referente de la UCR y líder de la transición hacia la democracia en 1983. Pero sí lo hizo Cobos en un comunicado. Señaló que el resultado electoral “no debe ser leído como el triunfo de un sector sobre otro, sino como una ponderación de los valores democráticos por los que lucharon Alem, Yrigoyen y Alfonsín”. También se acordaron de Alfonsín fuentes del sector derrotado que dijeron a La Nación: “Hubo un fuerte voto espontáneo de mayores de 50 años que no militaron desde el 83, pero volvieron por el apellido Alfonsín”. La misma idea aparecía en tiendas de Ricardo, donde se coreaba, según Página 12: “Volveremos, volveremos, volveremos otra vez, volveremos a ser gobierno como en el 83”. Ajena a esa interna, la presidenta recibió ayer en la Casa Rosada al ex mandatario estadounidense Bill Clinton, que visitó Argentina para promover actividades de la fundación que lidera, Global Initiative. Hace un año, en otra visita a Buenos Aires, Clinton compartió una cena con Fernández y su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, recordó Télam. Pero esta vez Kirchner estaba ocupado con otra fundación. Como titular de Partido Justicialista cerraría anoche el acto de inauguración de Gestar, el instituto de formación de su partido, que se abre con el objetivo de formar jóvenes “cuadros políticos capacitados para la gestión pública”, seguramente pensando en 2011.