La primera interpelación a un integrante del gabinete de José Mujica comenzó a las 15.30 y duró hasta la madrugada, en mayor medida por la intervención del ministro, quien, además de detallar cómo sucedió el incendio del 8 de julio en la cárcel -donde murieron doce reclusos y ocho resultaron heridos-, explicó la situación de todo el sistema carcelario y repasó la historia de los últimos 25 años. Fue respaldado en bloque por la bancada del Frente Amplio y por Mujica, quien luego de volver de Argentina fue al Parlamento unos minutos a mirar la interpelación desde las barras.

Cardoso comenzó señalando que el siniestro fue “la peor catástrofe de derechos humanos” desde la restauración de la democracia y enfatizó la necesidad de que el gobierno asuma la responsabilidad por lo ocurrido. “Las condiciones de riesgo en las que estaba la cárcel de Rocha eran conocidas, eran preanunciadas y desde nuestro punto de vista eran evitables”, afirmó. El legislador dijo estar de acuerdo con el rumbo a futuro marcado por el gobierno y citó la Ley de Emergencia Carcelaria, votada por unanimidad, pero reclamó otras medidas: “Mientras las soluciones llegan, ¿cómo administramos la precariedad de lo que tenemos?”.

El miembro interpelante, oriundo de Rocha, realizó sus primeras 22 preguntas (de un total de 40 que tenía previstas) profundizando sobre los criterios de selección de funcionarios asignados en las cárceles, los antecedentes del personal que estaba a cargo del establecimiento el día del incendio, qué protocolos de actuación ante siniestros manejan los funcionarios y si se habían hecho simulacros previos, los hechos de la madrugada del 8 de julio y qué investigaciones se iniciaron y cuándo.

Sobre los hechos, Bonomi reiteró que la guardia policial no demoró más de cuatro minutos en llegar a la celda incendiada y que el aviso provino “sorpresivamente” de dos guardias externas que vieron el fuego por la ventana, y no de adentro. Al comenzar a describir los hechos, tomando como base un video grabado por uno de los reclusos de la celda que está frente a la incendiada, desde las barras uno de los familiares de los presos muertos comenzó a gritar, entre llantos, acusando a Bonomi: “Los dejaron morir. En 20, 30, 50 años nunca hicieron nada”, llegó a decir antes de que fuera retirado por cuatro policías, en lo que fue el único hecho que tensó el clima del plenario.

El subjefe de Bomberos, Raúl Díaz, explicó que cuando llegó el alerta al destacamento de Bomberos la unidad estaba regresando de otro llamado, por lo que “inmediatamente” y en “pocos minutos” llegó al establecimiento ubicado en la ciudad de Rocha. De todas formas, tras mostrar un video sobre un simulacro del incendio, Díaz afirmó que dadas las condiciones de la celda, los materiales inflamables y los gases tóxicos que liberan, las llamas se generalizaron en pocos minutos, alcanzando la habitación temperaturas cercanas a los mil grados centígrados.

El ministro del Interior indicó que luego del incendio comenzaron los trabajos para readecuar las instalaciones eléctricas de toda la cárcel y que se implementará el cambio de 3.500 frazadas en todo el sistema carcelario por mantas menos inflamables. “Nos podrán decir que se podría haber hecho antes. Pero esto pasa en casi todas las cárceles departamentales y también en el Sistema Nacional de Cárceles”, argumentó, y detalló las condiciones de varios establecimientos carcelarios del país y las inversiones previstas en el marco de la Ley de Emergencia Carcelaria (ver recuadro).

Luego de historiar sobre los 25 años del sistema carcelario, Bonomi destacó que 2009 fue el año con mayor inversión en seguridad (192 millones de pesos) y lo comparó con otros períodos, en particular el transcurrido entre 1996 y 1999, cuando, dijo, se invirtió “cero peso”. Al recuperar la palabra, Cardoso reiteró que esperaba “información más precisa” sobre el incendio y señaló que en el caso de Rocha debían haberse tomado medidas provisorias y no de fondo, a las que aludió Bonomi. “No hablo de miles de dólares ni de cárceles nuevas, hablo de hacer las cosas que hacen los padres de familia”, dijo y agregó que, aunque no se hable de responsabilidades, hubo “desidia” de las autoridades policiales de Rocha. Los blancos esperaban que el ministro removiera de sus cargos “desde el jefe de Policía de Rocha para abajo”, según dijeron a la diaria diputados del Partido Nacional.

Bonomi reiteró que el camino “es tomar medidas de fondo y no medidas superficiales” y que no tomaría acciones disciplinarias haciendo saltar “fusibles”. “A quienes asumen responsabilidades de mando les pedimos que se hagan cargo de un proceso, y en ese proceso tuvieron pocos recursos. Tienen ahora más recursos y van a tener más a partir de enero. Si les caemos con todo nadie asume responsabilidades”, enfatizó y aseguró que aplicará sanciones en caso que las investigaciones de la Jefatura de Rocha, la investigación de Asuntos Internos o la Justicia determinen responsabilidades.

Pide la palabra

En una de las contadas intervenciones de otros legisladores, Aníbal Gloodtdofsky (Vamos Uruguay, Partido Colorado) dijo estar “perplejo” por el concepto de responsabilidad de Bonomi y le dijo al ministro: “Tiene que hacer que la gente asuma la responsabilidad y si [alguien] no la quiere asumir lo cambia y viene otro, porque el primer responsable es usted”. El diputado Germán Cardozo, también de Vamos Uruguay, respaldó la iniciativa del legislador blanco y reclamó que se tomen medidas aunque todavía no hayan culminado las indagaciones. “Ha habido una continua actitud de evadir la responsabilidad”, acusó.

El diputado por el Partido Independiente, Iván Posada, también reclamó que el gobierno asuma las “responsabilidades políticas” del caso, aunque el matiz fue el reconocimiento a Bonomi por ir al Parlamento “a decir la verdad”, y el darle “una carta de crédito” en materia de seguridad.

La oposición ya manejaba una moción para declarar “insatisfactorias” las explicaciones de Bonomi, mientras que el Frente Amplio, con mayoría parlamentaria, una totalmente opuesta, que declaraba “ampliamente satisfactorias” sus respuestas.