De los doce jefes comunales, cinco no concurrieron el sábado a la primera jornada de reflexión convocada por el directorio del Partido Nacional (PN). Uno de los que sí fueron, Walter Zimmer, de Colonia, se retiró desanimado porque fue “más de lo mismo”. “He estado en varias de estas reuniones, donde se intenta diagnosticar la situación del PN, y siempre es lo mismo... directorio, bancada parlamentaria, Montevideo-Canelones, Canelones-Montevideo... y el resto, el interior, que le dio los votos al PN, ni siquiera fue tocado”, se quejó Zimmer en diálogo con la diaria.

El primero en hablar de la realidad en el interior en dicha cumbre fue el intendente de Flores, Armando Castaingdebat, quien, según dijo a la diaria, fue el penúltimo en participar. “Íbamos con mucha expectativa porque por primera vez en cinco años el partido juntaba a sus máximos dirigentes -en el período pasado no nos logramos juntar una sola vez con la bancada parlamentaria y era muy difícil juntar a todos los intendentes- y pensábamos que íbamos a escuchar una evaluación de [el politólogo Ignacio] Zuasnábar de todo el proceso electoral, pero fue de la interna al balotaje”, describió el jerarca.

A Castaingdebat le llamó la atención que no se analizaran las elecciones departamentales, sobre todo teniendo en cuenta que “cuando termine este período de gobierno lo único que tiene el PN para mostrar es la gestión de 12 intendencias”. Justamente, para el gobernante “el punto de partida para fortalecer el partido podía salir de analizar por qué votamos mal en octubre y por qué lo hicimos bien en mayo”.

Zimmer sostuvo: “Muchos intendentes no fueron [a la jornada] porque estamos en la línea de que al interior se lo sigue olvidando, cuando nosotros no somos ciudadanos de segunda ni políticos de segunda, somos los que estamos en contacto permanente con la población”. En opinión del dirigente, que fue reelecto el 9 de mayo, “lo rescatable” del cónclave fue una intervención del diputado capitalino Jorge Gandini, quien adjudicó el alejamiento del PN de la gente a la falta de diálogo directo con la población. “El partido se ha alejado de la gente porque los dirigentes no comparten una caña en el boliche, un partido de truco”, coincidió Zimmer, para quien esta forma de vincularse tiene que ver con “la credibilidad y los estilos”, aunque aclaró que la crítica “no es un ataque a un sector ni a otro: tengo mucho aprecio al directorio, es gente bien intencionada, pero el camino por el que va no es el correcto, no es mi posición”.

Para Castaingdebat, las realidades del área metropolitana y del interior respecto a la inserción de los blancos en la sociedad civil parecen “dos países diferentes”, ya que en sus departamentos es “normal” que haya presencia nacionalista en los gremios, en las comisiones barriales o en las organizaciones no gubernamentales. “En Montevideo hemos perdido presencia en los lugares que ahora son dominados por el Frente Amplio (FA) y va a ser muy difícil volver a ocuparlos”, consideró y advirtió que es “necesario fortalecer las doce intendencias blancas, porque el FA, consciente de que perdió, va a empezar a buscar mecanismos para recuperarse, y la idea de los delegados presidenciales obedece a una estrategia en ese sentido”.

Nuevos caudillos

Su correligionario de Colonia fue más allá y opinó que el PN “tiene la enfermedad de la permanencia en los cargos”, ya que “la estructura se basa en el poder de la militancia, que es poca”: “Hay sectores que no tienen proyección en la población pero tienen poder de militancia y hay otros con menor poder de militancia que tienen más votos, pero si el PN no se aggiorna, si no hace participar a todos, si no ve que las intendencias son las que le están dando el oxígeno”, no cambiará los resultados, vaticinó.

Otra de las decisiones en las que para Zimmer se vio que se ha “ignorado a la gente del interior que tiene convocatoria” fue en la elección de los representantes del PN en el gobierno: “La mayoría son gente que no tiene votos, de Montevideo o los que fracasaron en las elecciones”, manifestó. Guillermo Besozzi (Soriano), Omar Lafluf (Río Negro), Dardo Sánchez (Treinta y Tres), Wilson Ezquerra (Tacuarembó) y Bertil Bentos (Paysandú) fueron los que no concurrieron el sábado. El sanducero explicó que ya tenía previsto concurrir a la celebración de los diez años de una cooperativa médica de Quebracho, y por eso no pudo concurrir al encuentro partidario. Bentos comparte la visión de sus colegas y directamente afirma, aunque eso pueda provocar “enojos” en los dirigentes capitalinos, que en el interior “dimos una muy buena lección que debe ser copiada por Montevideo y Canelones”.

El diagnóstico es similar: “Noto al dirigente capitalino muy lejos del contacto con la gente, de las visitas a las casas, de un mano a mano en la vereda”. Bentos considera que para mejorar el desempeño blanco es indispensable “modernizar” las estructuras del partido -por lo que celebra que se anuncie un fortalecimiento de la Secretaría de Asuntos Sociales- y renovar la dirigencia: “Hay líderes que deberían dar un paso al costado para dar paso a una corriente renovadora. No lo digo puntualmente por la figura de [Luis Alberto] Lacalle sino por muchos que ni canas tienen”, aclaró.

Según el intendente de Colonia, “a la izquierda del centro, entre el FA y Alianza Nacional, hay una columna vacía que la tiene que llenar el PN. En este momento hay muchos desilusionados del FA, por su interna feroz, y mucha gente se va a ir; ése es un espacio del PN que fue abandonado”. Para Zimmer, Alianza Nacional, que debería ocupar ese espacio, “quedó acotada”.