El presidente chileno, Sebastián Piñera, anunció ayer que de “las entrañas de la tierra” llegó un mensaje de los trabajadores atrapados en la mina San José, que lo hicieron llegar mediante una sonda que los contactó, y que confirma que los 33 están vivos. “Quiero decir que Chile entero está llorando de emoción”, dijo Piñera al anunciar la noticia. Agradeció a los mineros, atrapados hace 18 días en el yacimiento, “por haber resistido dos semanas, solos”, a los familiares, “que nunca perdieron la esperanza”, y a los equipos de rescate. “Me siento más orgulloso que nunca de ser chileno y ser presidente de Chile”, dijo según declaraciones publicadas por el diario chileno La Tercera.

Más temprano, a primera hora de ayer, la sonda más avanzada de las que intentaban contactar a los 33 mineros llegó a una zona hueca a 20 metros del refugio donde se esperaba encontrarlos. La sonda sacó a la superficie un mensaje escrito en un papel por los trabajadores que confirma que sobrevivieron al derrumbe que los dejó aislados bajo tierra.

También mediante la sonda uno de los mineros, Mario Gómez, envió una carta a su esposa en la que cuenta que sintieron acercarse las máquinas y explica que contaron con el agua que se filtraba por un canalón del techo del refugio. En la tarde, La Tercera informó que se captaron imágenes de los mineros en las que se observa que están en buen estado de salud. Nueve de ellos saludaron a la cámara y encendieron las luces de sus cascos. Anoche, las imágenes aún no se habían difundido.

El rescate de los trabajadores tardará “meses”, dijo Piñera y explicó que se trata de una operación delicada porque el refugio se encuentra a unos 700 metros de profundidad.

Sabiendo que están vivos, se les podrá hacer llegar agua y comida para que resistan mientras se prepara el plan de rescate, indicó el diario chileno La Nación. El primer envío de agua y glucosa se tramitaba ayer, informó el ministro de Minería, Laurence Golborne.

A pocas horas de que se conociera la noticia de la supervivencia de los trabajadores, el dueño de la mina, Alejandro Bohn, se defendió de una polémica que se desató el viernes, cuando una sonda erró su objetivo y no logró contactar a los mineros. Dijo al canal 24 horas: “Los planos siempre se hicieron con topografía exacta, al respecto hemos dado bastantes detalles. Creo que lo que hemos logrado hoy día deja muy en claro que la mina no se manejaba en este tipo de información de mala forma”.

Los familiares de los trabajadores atrapados bajo tierra desde el 5 de agosto tenían previsto presentar hoy una demanda contra la empresa y el gobierno, informó el diario español El Mundo. El dirigente de los mineros, Juan Ramírez Álvarez, insistió en que deberían entrar a ayudar a sus compañeros a pesar de un informe de fiscalización del 9 de julio, dado a conocer por el diputado socialista Fidel Espinoza, en el que la Dirección de Trabajo estatal advertía sobre incumplimientos de las normas de seguridad en el yacimiento. Otro documento, de la empresa minera estatal, Codelco, recomienda “no realizar labores de rescate por la mina subterránea” porque hay un peligro “alto” dentro del yacimiento y “los accesos por rampa y chimeneas están colapsados” en varios niveles.