Frío agosto

“La Universidad es el país”. La frase que estampó Carlos Quijano en las páginas del semanario Marcha fue tomada anoche por Arocena cuando se refería a los desafíos que deberá enfrentar la institución en los próximos años. También la FEUU recurrió al periodista en la última edición del periódico Jornada, editado en ocasión del Día de los Mártires Estudiantiles. “Herir a la Universidad, alzarse contra ella, pretender avasallarla es, lo sabemos, lo sentimos, herirnos a todos y a cada uno de nosotros en algo que nos es entrañable y esencial, que misteriosamente se confunde con nuestra razón de vivir”, escribía Quijano el 15 de agosto de 1968, horas después del fallecimiento de Líber Arce, militante de la FEUU por la Facultad de Odontología.

El rector, que estará en ese cargo otros cuatro años, obtuvo 94 votos sobre 105 integrantes de la AGC y precisaba para este segundo llamado conseguir al menos la mayoría absoluta de los componentes, es decir, 53. Lo votaron 43 de los 45 delegados del orden docente, 26 de los 30 egresados y 25 de los 30 estudiantes.

A pesar del categórico respaldo, Arocena no la tuvo fácil durante este proceso, que está fuertemente vinculado con los planes de reforma universitaria y aprobación de una nueva Ley Orgánica. Quince días atrás le faltaron sólo cuatro votos para alcanzar la reelección en la primera convocatoria -en la que por reglamento se precisan los votos de dos tercios de la AGC, es decir, 70-, algo que se explica por la decisión de los profesionales de no ingresar a sala.

Antes de eso, la candidatura tuvo que sortear una compleja situación en la interna de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU), que a pesar de eso terminó siendo, como hace cuatro años, el principal sostén de su acceso al cargo (de hecho, la postulación ante la AGC la presentó el orden estudiantil). “Esto de la reforma universitaria es algo difícil. Pero Uruguay nos enseñó en el Mundial qué hacer cuando los partidos vienen difíciles: poner más delanteros y jugar al ataque”, fueron las primeras palabras de Arocena tras la proclamación.

El matemático asumirá el segundo período guiado por “el mandato” de la AGC de “no hacer la plancha” y de impulsar la convergencia entre los actores universitarios para “el despegue de la reforma”. Arocena quiere llegar a la primavera de 2011, fecha de las próximas elecciones universitarias, con una nueva Ley Orgánica, cuyo articulado debería estar terminado este año. “Nunca diremos que la reforma universitaria pasa sólo por la Ley Orgánica, pero es un indicador de despegue. En la reforma caben todas las sensibilidades y nuestro principal adversario es la inercia”, reiteró.

Curricularizar la extensión universitaria, contribuir desde la experiencia de la Udelar a la reforma del Estado, involucrar y capacitar a los funcionarios, reconvertir el Hospital de Clínicas y mejorar el trabajo en el interior del país fueron temas que tocó Arocena en el primer discurso de su segundo mandato.

Un bocadillo

La votación nominal en la AGC llevó casi 90 minutos y dejó reflejados diferentes perfilamientos. El arquitecto Miguel Cecilio, referente de la Secretaría de Asuntos Sociales del Partido Nacional, quiso explicar los motivos por los cuales no le daría su voto a Arocena, pero no pudo hacerlo porque desde la presidencia de la AGC le explicaron, en medio de su intervención, que la ordenanza vigente establece que los claustristas acreditados no están habilitados para votar negativamente o abstenerse.

La fundamentación de Cecilio apuntaba a que “en el período que finaliza” como “en el tiempo por venir” las orientaciones del rector no coinciden con un “núcleo de acciones” que son fundamentales para proyectar el aporte de la Udelar al “desarrollo de la nación”. El arquitecto no ve un compromiso “concreto” para impulsar “un proceso de descentralización real”, al punto de considerar que la actuación del rectorado en temas operativos vinculados a las estructuras universitarias en el interior “no tiene la energía necesaria”. Luego un egresado de Química, que dijo no compartir la posición de Cecilio, cuestionó a la presidencia de la AGC por no permitirle leer su fundamentación disidente. “Eso no es cogobierno”, gritó otro profesional, que reclamó cambiar la reglamentación “dictatorial”.

El vocero del Centro de Estudiantes de Humanidades y Ciencias de la Educación reiteró que Arocena no era su candidato y que lo acompañaba sólo por el mandato de la FEUU. “Ésta es una administración antipopular”, disparó Alcides Garbarini, que además informó que su gremio ocupará hoy esa casa de estudios en reclamo de recursos presupuestales. También hubo mensajes en el sentido contrario. Un docente de la Facultad de Agronomía cuestionó la demora en la elección y arremetió contra quienes buscan “protagonismos baratos”, en alusión a los profesionales que no ingresaron a la última AGC.