A los 32 mapuches en huelga de hambre en reclamo de que sean modificadas la Ley Antiterrorista y las competencias de la Justicia Militar, que permite que se les juzgue dos veces, se sumaron ayer cuatro diputados opositores, integrantes de la Comisión de Derechos Humanos, que permanecían en la zona de visitas de la cárcel.

Los parlamentarios -Hugo Gutiérrez, del Partido Comunista; Tucapel Jiménez, del Partido por la Democracia; Sergio Aguiló y Manuel Monsalves, del Partido Socialista- se unieron a la huelga horas después de que la Iglesia Católica se negara a mediar en el conflicto, una posibilidad que había sido sugerida por la primera dama chilena, Cecilia Morel.

“Evidentemente el rol de mediador es muy complejo, requiere que ambas partes lo soliciten y que acepten, después de un estudio serio y acabado, la resolución que dé el mediador. No es el caso”, explicó al diario chileno El Mercurio el presidente de la Conferencia Episcopal, Alejandro Goic. Señaló que es necesario integrar a los pueblos originarios a la sociedad chilena y apeló a que quienes “ejercen las responsabilidades de gobernar, de legislar y de juzgar actúen prontamente”. También pidió a los mapuches que abandonen la huelga de hambre.

En este sentido, el presidente Sebastián Piñera firmó ayer el proyecto que reforma la Ley Antiterrorista, que será enviado al Senado, junto al que reforma la ley de la Justicia Militar. Los mapuches esperan que las modificaciones sean aprobadas en el Senado antes de levantar las medidas de fuerza.

Desde el oficialismo varios diputados criticaron la actitud de sus colegas al sumarse a la huelga en reclamo de una mesa de diálogo. “Iban en calidad de integrantes de la Comisión de Derechos Humanos, en el ánimo de buscar soluciones y resolver el problema”, señaló Cristian Monckeberg, de Renovación Nacional, el partido de Piñera, informó el diario chileno La Nación. El senador de la Unión Demócrata Independiente, el sector más conservador de los que integran el gobierno, Arturo Squella, dijo que su sector estudia pedir la destitución de los parlamentarios. Dirigentes del Partido Socialista respaldaron la medida de fuerza y reclamaron nuevamente que se introduzca una mesa de diálogo en el conflicto.