Mientras la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, se reunía con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en el marco de las negociaciones que Estados Unidos impulsa entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina, aviones israelíes bombardeaban los túneles que unen el sur de la banda de Gaza con Egipto. El ataque dejó a un civil muerto y tres heridos. La acción militar respondía a los nueve proyectiles que fueron disparados antes desde Gaza sobre la ciudad israelí de Ashkelón, sin causar víctimas.

Esto no empañó la voluntad de ambas partes de continuar las discusiones. Según el enviado especial de la Casa Blanca para Medio Oriente, George Mitchell, Abbas y Netanyahu tocaron los “temas centrales” de desacuerdo entre las dos partes, en su segundo encuentro cara a cara desde el relanzamiento de las negociaciones de paz, el 2 de setiembre, indicó la agencia de noticias EFE.

“Éste es el momento y éstos son los líderes”, anunció más temprano Clinton, quien describió a Abbas y Netanyahu como sinceros y serios, y alentó a aprovechar “un momento de oportunidad”, informó la agencia de noticias Reuters.

En las afueras de la residencia de Netanyahu, el Consejo Yesha, representante de los colonos judíos en Cisjordania, desplegó una pancarta para recordar el punto central de las negociaciones y la promesa del primer ministro de no extender la moratoria que establece el cese parcial de la construcción en los asentamientos israelíes y que termina el 26 de setiembre. La comunidad internacional pide que Israel la prorrogue, y los palestinos anunciaron varias veces su intención de abandonar el diálogo si se vuelve al ritmo anterior de construcción de colonias, pero Netanyahu volvió a dejar claro ayer que no habrá prolongación de la moratoria.

Ayer el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dejó entender a la Autoridad Nacional Palestina que no sería bienvenido un escándalo en vísperas de las elecciones legislativas que se celebrarán en noviembre en su país.

Estados Unidos quiere incluir en las conversaciones a Siria -país aliado de Irán, que apoya al Hezbolá y a Hamas- y Mitchell viaja hoy a Damasco para informar sobre el diálogo al presidente, Bachar al Asad, y al ministro de Asuntos Exteriores, Walid Mualem.

Las negociaciones tuvieron lugar en la residencia oficial de Netanyahu, con la bandera palestina izada junto a la israelí y la estadounidense. Esto equivale a un tratamiento de jefe de Estado para Abbas, subrayó el diario español El País. El presidente palestino dejó escrita en el libro de visitas su intención de lograr una “paz eterna” en la región.