La Corte Interamericana de Derechos Humanos se pronunciará por primera vez sobre una demanda por discriminación por orientación sexual presentada contra un Estado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Esta comisión denunció a Chile ante la Corte por “el trato discriminatorio y la interferencia arbitraria en la vida privada y familiar” de los que fue víctima la jueza Karen Atala, a quien se le quitó la custodia de sus tres hijas por mantener una relación de pareja con otra mujer.

El caso comenzó cuando el ex esposo de Atala solicitó la custodia de las hijas de ambos y la obtuvo, porque la Justicia consideró que la convivencia de dos mujeres podía incidir en forma negativa en el bienestar de las niñas, informó el diario chileno La Tercera. Eso ocurrió en 2003. Un año después la Corte Suprema ratificó la decisión.

En ese momento Atala presentó su caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que la derivó el lunes a la Corte luego de argumentar que cuando el caso comenzó a tratarse, en 2004, se le solicitó a Chile que tomara medidas para resarcir el daño causado a la mujer, algo que ese Estado no cumplió.

El propio comunicado de la Comisión destaca que esta demanda “permitirá a la Corte pronunciarse por primera vez sobre la incompatibilidad de este tipo de discriminación” con el Pacto de San José de Costa Rica de la OEA, informó BBC.

Ahora Atala y el gobierno chileno darán sus argumentos ante la Corte. La cancillería chilena indicó que el gobierno “hará valer sus argumentos” y sostuvo que se trabaja en las medidas pedidas por la Comisión “más allá de las obligaciones internacionales”, aunque la “concreción de dichas medidas requiere tiempos que pueden no coincidir con los considerados” por esa Comisión.

La vocera del Ejecutivo chileno, Ena von Baer, dijo que el gobierno está “sorprendido” porque se avanzó en las recomendaciones y se impulsa “una ley antidiscriminación en el Senado”.