Su nacimiento fue en 1942, en la más alta montaña de la península coreana, bajo un cielo con dos arcoiris, presagiado por una golondrina que sobrevoló el lugar y una nueva estrella que apareció en el cielo. Ésa es la historia que se aprende en las escuelas norcoreanas.

Versiones menos metafóricas -principalmente occidentales- aseguran que Kim Jong-Il, el dictador al frente del único régimen estalinista que aún existe, nació en 1941, en un campamento militar siberiano en la Unión Soviética, donde su padre lideraba a los exiliados coreanos y chinos comunistas, bajo el nombre de Yuri Irsenovich Kim.

Se argumenta que el “ajuste” del año de nacimiento se hizo para que coincidiera con el trigésimo aniversario de su padre, Kim Il-Sung, que nació en 1912.

Sung fue nombrado por Stalin para gobernar Corea del Norte en 1948. Los libros de historia norcoreanos sostienen que él peleó por la revolución desde temprana edad y que junto con su esposa Kim Jong Suk combatieron heroicamente contra los japoneses. Pero según documentos soviéticos, el matrimonio llegó a Corea del Norte después de la rendición de los japoneses.

El hermano menor de Jong-Il murió ahogado cuando él tenía alrededor de cinco años, mientras jugaban en una piscina. El otro hermano, mayor, Kim Pyong-Il, hijo de la segunda mujer de Sung, fue separado de Jong-Il para que no se mataran en la lucha por la sucesión. El mayor fue enviado como embajador a Hungría, informaron la agencia de noticias AP y el Centro de Estudios y Documentación Internacionales de Barcelona. Bajo el brazo de su padre, “Presidente Eterno de la República”, Jong-Il se hizo miembro del Partido de los Trabajadores de Corea luego de estudiar Economía Política en la Facultad de Economía de la Universidad Kim Il-Sung.

Según la biografía oficial, durante los años 60 Jong-Il desarrolló una intensa actividad cultural y estudió la obra y el pensamiento de su padre. Escribió más de 40 libros, entre ellos la Pequeña biografía del Camarada Il-Sung en la que alimenta el culto a la personalidad de su padre. En esa época elaboró la doctrina Juche (su traducción sugerida es “confianza en uno mismo”), que, desarrollada por Sung, se basa en la autosuficiencia nacional a partir del marxismo y el maoísmo. De esta doctrina, que reemplazó al marxismo-leninismo como ideología oficial de Corea del Norte, nace el nuevo calendario norcoreano, que comienza en 1912, año del nacimiento de Sung. El Juche se define oficialmente como la “unión monolítica del Líder, el partido y las masas en una sola fuerza motriz de la sociedad”, indica la cadena de noticias surcoreana KBS.

A mediados de los 60 comenzó su carrera política trabajando para el Comité Central del Partido. Recién en 1972 se convirtió en miembro pleno del Comité Central y ascendió dentro del Departamento de Organización y Liderazgo, que era dirigido por su tío Kim Yong Ju.

El poder del cine

Si bien fue su padre quien fundó los Estudios Cinematográficos de Pyongyang, desde joven Jong-Il se encargó de llevarlos adelante como director del Departamento de Cultura y Arte, y hasta el día de hoy guía la producción cinematográfica nacional, según indicó el encargado de esos estudios al diario español El Mundo. Según el líder: “El deber de los cineastas es revolucionarizarse con firmeza a sí mismos y dedicarse por entero a la lucha en bien del Partido y la revolución, y por la victoria de la causa del socialismo y del comunismo”. Durante su gestión, su afición al cine llegó a extremos imprevistos: en los 80 ordenó el secuestro de la actriz surcoreana Choi Eun-Hee y de su marido, el director Sang-Ok, para que desarrollaran la industria cinematográfica nacional. Durante su secuestro, el director realizó siete películas cuyo productor ejecutivo fue Jong-Il.

El dirigente norcoreano escribió el estudio El arte del cine, o todo lo que el mundo debería saber sobre el séptimo arte y nunca se atrevió a preguntar, además de decenas de ensayos. En la actualidad, los medios surcoreanos aseguran que posee una colección de 20.000 películas, cientos de ellas pornográficas.

En su ascenso político fue vicedirector del Departamento de Agitación y Propaganda y en los 70 diseñó un plan antiimperialista, contra Occidente y Corea del Sur, que incluía asesinatos, terrorismo y espionaje. Hubo intentos de magnicidio contra presidentes surcoreanos además de varios atentados, uno de ellos en Birmania, que mató a 17 personas, informó la agencia de noticias EFE.

En ese entonces su padre se convenció de nombrarlo su sucesor al frente del Estado, el Partido y las Fuerzas Armadas. Fuera de Corea del Norte se especuló con que algunos altos cargos del Partido rechazaban la posibilidad de instaurar una dinastía comunista hereditaria, que no tenía precedentes históricos.

Uno de quienes se oponía a la asunción de Jong-Il era su tío, Kim Yong Ju, hermano menor de Sung, quien era considerado desde hacía años uno de los mejores candidatos a la sucesión. Pero Ju fue apartado del escenario público en 1975 y no se volvió a saber de él, informó el Centro de Estudios y Documentación Internacionales de Barcelona.

Otros candidatos fueron alejados de sus cargos y finalmente, en el primer congreso del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, Jong-Il fue designado sucesor de su padre e ingresó al Buró Político del Comité Central, al Presidium -o Comité Permanente del Buró Político- y a la Comisión Militar del Comité Central. El 10 de octubre de 1980 Kim Jong-Il tenía cargos directivos menores en el partido, y cuatro días después era uno de los más altos jerarcas del Partido y de Corea del Norte.

Fue en 1991 cuando Jong-Il asumió una verdadera posición de poder al ser designado comandante supremo del Ejército Popular, en sustitución de su padre, pese a no contar con experiencia militar. Especialistas en Corea del Norte señalan que su padre le dio esa posición para afianzar a su hijo con el Ejército, y que éste le fuera fiel en caso de que hubiera resistencias a la sucesión, informó el portal de noticias internacionales Observador Global.

Tres años después, Sung murió de un ataque al corazón, pero al contrario de lo que se esperaba, su hijo se mantuvo como “dirigente supremo designado y único sucesor” del Gran Líder hasta 1998, cuando la Asamblea Nacional le dio todos los poderes norcoreanos. A la hora de dar más información sobre el nuevo líder, los medios norcoreanos se toparon con una activa vida amorosa.

Jong-Il y sus mujeres

A Jong-Il le trasladaron los poderes de su padre durante su tercer “matrimonio”, con Kim Young Suk. Pocas de sus relaciones de pareja fueron oficializadas, por lo que se desconoce su número y nivel de formalización. Su primera mujer fue Song Hye Rim, una actriz del régimen, que estando casada interesó al futuro líder, que deshizo su matrimonio y se casó con ella. De ese matrimonio nació su primer hijo, Kim Jong Nam, quien era señalado como su principal candidato a sucesor hasta que lo detuvieron intentando entrar a Japón con su familia utilizando un pasaporte dominicano falso, en 2001. Se desconoce qué iba a hacer en Japón.

Luego de un confuso final en la relación con su primera mujer, la vida amorosa de Jong-Il continuó con otra artista, una bailarina japonesa, Ko Young Hee, de quien se dice que fue su favorita y la única que realmente lo enamoró. Con ella tuvo dos hijos en los 70, Kim Jong-Chul y Kim Jong-Un, quien se perfila como su sucesor. A Jong-Il se le atribuye la paternidad de otros 13 niños.

Ko fue denominada oficialmente “Madre Respetada que es la persona más fiel y leal al Querido Líder Camarada Comandante Supremo” y murió en 2004 de un fallo cardíaco, informó Univisión.

Como dirigente del país, Jong-Il agudizó el aislamiento de Corea del Norte y no cedió en los millonarios gastos militares que sostiene, ya que considera al Ejército la única garantía de independencia. El dirigente prometió varias veces suspender el programa nuclear norcoreano, algo que nunca cumplió.

Jong-Il utiliza un doble para la mayoría de sus apariciones públicas -que de por sí son pocas-, informó EFE, y sus visitas al extranjero suelen ser imprevistas y rodeadas de misterio.

La información sobre la vida personal de Jong-Il surge principalmente de los disidentes y de los informes de inteligencia de Corea del Sur. En ellos se lo califica como un borracho. Cuando en el año 2000 se reunió con el presidente de Corea del Sur, Kim Dae-Junt, los testigos del encuentro aseguraron que el dictador norcoreano llegó a beber diez vasos de vino, informó el diario español El País. También se dice que es maniático, vanidoso y acomplejado, que usa el pelo hacia arriba y zapatos con plataforma para parecer más alto -mide 1,57 metros-.

Jong-Il no se resiste a ningún capricho opulento y su extravagancia abarca tanto los licores como la comida que prefiere, según su ex cocinero, que escapó del país años atrás. Se le dice manipulador, hipocondríaco, cruel y paranoico; irascible, inestable, inseguro, ciclotímico e impredecible.

Pese a que los medios norcoreanos no lo mencionan, en 2008 Jong-Il habría sufrido una apoplejía, y además tendría problemas renales y diabetes, por eso se está preparando su sucesión, y existen señales de que el cargo quedaría en manos de Kim Jong-Un, su hijo menor. Ayer el joven fue ascendido a general cuatro estrellas en el Segundo Congreso del Partido de los Trabajadores, un primer paso en el camino al liderazgo. Pero, así como sucedió con los jugadores de la selección norcoreana que se presentó en el Mundial de Sudáfrica 2010, cuyo destino se desconoce -hay quienes aseguran que fueron torturados por haber sido eliminados en la fase de grupos-, el régimen de Jong-Il parece utilizar la falta de información como una de sus más importantes herramientas de poder.