El comandante en jefe del Ejército expresó públicamente la posición de la fuerza que dirige sobre la identificación de los restos hallados en el Batallón 14 de Toledo, que corresponden al maestro Julio Castro, y las causas de su muerte. La conferencia de prensa se realizó en el Instituto Militar de Estudios Superiores, donde Aguerre compareció acompañado por todos los generales que están en el país, con el apoyo de los que están en el exterior e incluso por los dos coroneles que fueron ascendidos la semana pasada. En primer lugar dijo que iba a dar la "posición del Ejército directamente desde su comandante, que es el único que habla con los mandos" y especificó que éstos son el presidente de la República y el ministro de Defensa Nacional. Luego aclaró que "el comandante no tiene ningún escalón intermedio entre el mando y el Ejército", marcando distancia del jefe del Estado Mayor de la Defensa (Esmade), general de aire José Bonilla, que el sábado había declarado a la prensa que los culpables del asesinato del maestro Castro deberían ser condenados.

A esperar

Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos también se reunió ayer y evaluó el pronunciamiento del Ejército. Oscar Urtasún dijo a la diaria que "estamos todos de acuerdo en que ha sido un avance porque nunca se había dado ese tipo de planteos", pero su agrupación permanecerá expectante porque "después de 35 años de mentiras por parte de los militares es bueno tener un poco de cuidado y esperar los resultados". Urtasún expresó que van a estar atentos al desempeño del comandante Aguerre porque "está en manos de ellos" seguir avanzando. También hubo aspectos de la declaración que no conformaron. Urtasún dijo que "no se puede decir que se desconoce que hubo un pacto de silencio" y tampoco "hablar de fuerzas armadas al estilo artiguista cuando no se han hecho tribunales de honor por los actos criminales". Precisó además que no se trata de un problema del comandante Aguerre sino institucional, porque "el Ejército es una parte de las fuerzas armadas y el comandante es una parte del Ejército, por lo tanto no se resume en este planteo toda la actitud de las fuerzas armadas". Por eso, también "vamos a esperar", resumió.

Posteriormente Aguerre dijo que se atraviesa "un punto de inflexión", en el que es necesario despejar las dudas "ante el accionar y pensar de este nuevo Comando, que recién hace unas semanas comenzó a caminar". Luego dijo que el Ejército "no es una horda, malón o algo similar" y "no aceptará, tolerará, ni encubrirá a homicidas o delincuentes en sus filas".

Aguerre aseguró que no tiene conocimiento "de ningún pacto de silencio, para encubrir delitos dentro de la Fuerza", pero "si ha existido o existiera hasta la actualidad dicho pacto, desde este momento doy la orden de su revocación inmediata". Por último, pidió la colaboración de todos para restablecer una reconciliación. Finalizada la oratoria y sin conceder declaraciones, Aguerre amagó a retirarse pero ante el intento de diversos periodistas de continuar preguntando, volvió atrás y dijo sin micrófonos: "lo que quiero es tender una mano".

Las reacciones

El general asumió la jefatura del Ejército el 31 de octubre y en sus primeras declaraciones desde ese cargo dijo que sentía mucha tristeza y dolor “por los hechos del pasado” y “si yo considero que tengo que pedir disculpas lo voy a hacer”.

Las repercusiones políticas del discurso de Aguerre fueron inmediatas y en diferentes sentidos. En su reunión de ayer, el directorio del Partido Nacional condenó el “cruel homicidio” del maestro Castro y reivindicó la lucha contra la dictadura, así como la vigencia de los derechos humanos. El senador Luis Alberto Heber criticó las palabras de Aguerre porque “es una declaración que nos hubiera gustado escuchar en 1985 y no ahora”. Según el legislador “lo que dice el comunicado es que no hay silencio, que se desconoce que hubo un pacto y no hemos tenido ninguna colaboración de la fuerzas armadas para la saber la verdad e incluso la información que manejábamos no es cierta”. Por su parte, el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Colorado también conversó del tema en el día de ayer. El senador Ope Pasquet señaló que se entendió como positivo el propósito de Aguerre de obtener más información para esclarecer los hechos porque “eso fue lo que inspiró la convocatoria a la Comisión para la Paz” y “compartimos” la reconciliación nacional porque “estamos trabajando por eso desde 1985”.

Consultado respecto a un posible cambio de opinión sobre la Comisión para la Paz a partir del hallazgo de los restos de Castro, Pasquet dijo que “parece evidente que hubo gente que le mintió a la Comisión”, pero de todas maneras defendió a sus integrantes como “personas de bien de diferentes partidos y orientaciones que trabajaron de buena fe y que fueron víctimas de las mentiras de algunos”. El ex ministro de Defensa Nacional, Luis Rosadilla, que ayer retomó sus actividades en el Senado, dijo a la diaria que las manifestaciones del general Aguerre “son positivas” porque el Ejército como institución, a través de su comandante “tomó la iniciativa” de convocar a una conferencia de prensa y dar su opinión. Además destacó la presencia de “todos los generales” y consideró que “hay un acto consciente de inflexión que implica un quiebre” a partir de los hechos “rotundos e indignantes” de la identificación de los restos de Castro.

El llamado a romper el pacto corporativo de silencio” sobre estos hechos es “muy importante” y fundamentalmente la declaración sobre “aquello que un ejército no debe permitir nunca”, dijo Rosadilla. El senador de la Corriente de Acción y Pensamiento-Libertad (Frente Amplio) expresó que le hubiera gustado escuchar también “otras cosas”, pero “esto es un proceso, y si éste es un punto de inflexión” se trata de un comienzo que “debe ser continuado más que por otras declaraciones, por hechos concretos”. Ahora “hay que darle tiempo a los hechos”, concluyó el ex ministro.