“La historia de las relaciones entre Estados Unidos y América Latina a veces ha sido extremadamente difícil”, reconoció ayer el presidente estadounidense Barack Obama, de visita en Chile, donde dio una conferencia de prensa junto a su par Sebastián Piñera, en el Palacio de la Moneda. “Es importante que aprendamos de la historia, pero que no nos quedemos atrapados por ella, porque hay muchos desafíos por delante”, dijo Obama, y añadió que en las últimas décadas Chile tuvo un “extraordinario progreso” que Estados Unidos apoyó.

Así respondió a la pregunta que le hizo un periodista de Radio Cooperativa, en nombre de la prensa chilena, acerca de la responsabilidad que tuvo Washington en el golpe de Estado contra Salvador Allende, en 1973. Se le preguntó también si estaba dispuesto a colaborar para aclarar los crímenes de la dictadura de Augusto Pinochet. “Cualquier solicitud formulada por Chile para obtener mayor información sobre el pasado es algo que ciertamente vamos a considerar y quisiéramos cooperar”, respondió Obama, según citó el diario chileno La Nación.

Organizaciones sociales y grupos políticos de izquierda recibieron a Obama con protestas y con el reclamo de un pedido de perdón, en nombre de Estados Unidos, por el golpe de 1973. Lo mismo exigía el líder cubano Fidel Castro en una de sus columnas de opinión. Pero estos temas no se trataron en el encuentro entre Obama y Piñera en La Moneda. “No nos quedó tiempo para cubrir todos los temas del futuro, por lo tanto no nos remontamos al pasado”, dijo el presidente de Chile.

Otro asunto que persiguió a Obama en esta gira, que antes lo llevó a Brasil, fue la situación en Libia. Ayer el gobernante estadounidense insistió en que el líder libio, Muamar Gadafi, debe dejar el poder. El presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo ayer que se le debe retirar a Obama el Nobel de la Paz por haber “gestado” una “invasión” a Libia, informó EFE. Esta agencia recordó que Morales ganó el “Premio Gadafi de Derechos Humanos”.

Después de la conferencia de prensa, Obama dio ayer en el Centro Cultural Palacio de La Moneda un “Discurso para las Américas” -así lo llamó- en el que propuso un nuevo tipo de relacionamiento de su país con América Latina, al que definió como una “alianza de iguales”. Dijo que “el mundo debe reconocer ahora a América Latina como la región dinámica y pujante que es” y dijo que un vínculo de este tipo exige “una responsabilidad compartida”.

Desde su columna, Fidel Castro comentó con ironía ese concepto de Obama: “Casi nos deja sin aliento al rememorar ‘La Alianza para el Progreso’ que precedió la expedición mercenaria de Playa Girón”. También Obama se acordó de Cuba, ayer en Santiago, y en su discurso, en el que se dirigió a toda América Latina, pidió: “No debemos flaquear nunca en nuestro respaldo al derecho de los pueblos a decidir su propio futuro, incluido el pueblo cubano”.