El presidente José Mujica y el vicepresidente Danilo Astori se reunieron ayer en la Torre Ejecutiva para analizar el proyectado Impuesto a la Concentración de Inmuebles Rurales (ICIR). Tras el encuentro, el ex ministro de Economía anunció en conferencia de prensa que se seguirá trabajando en la iniciativa para “profundizar aspectos” que determinen que el nuevo impuesto sea “coherente” con el actual sistema tributario, votado en 2007. La propuesta, lanzada por el primer mandatario, consiste en gravar las extensiones de tierra mayores a 2.000 hectáreas y realizar un ajuste del cálculo de IRPF para la venta de inmuebles rurales.

Crisis, oportunidad

"Es posible que con respecto a ciertos orígenes y destinos haya algún impacto en el comercio de Uruguay y que en algunos precios también, aunque no siempre en sentido negativo. El petróleo es un bien que Uruguay tiene que importar permanentemente y también puede ver afectado su precio, pero a su favor", dijo el vicepresidente consultado sobre la incidencia local de la crisis económico-financiera. Sin embargo, Astori estimó que en líneas generales en nuestro país la crisis tendrá un impacto "realmente muy moderado" tomando en cuenta los volúmenes y los precios de las exportaciones e importaciones.

Esto se debe, según explicó, a que en los últimos años Uruguay ha tenido "logros importantes en la inserción internacional", por ejemplo, la diversificación de su comercio. "Los bienes que vende al exterior lo hace en un número mucho mayor de mercados -se está exportando carne a más de 100 mercados, algo que nunca se había hecho- y se ha conectado con otras áreas del mundo que viven la crisis de una manera totalmente diferente", explicó en referencia a la zona del Pacífico, específicamente, a China e India.

Entre los aspectos a defender, para Astori se encuentran la equidad, la eficiencia, los estímulos a la inversión y la “orientación de política económica que está haciendo el país y que tan buenos resultados ha tenido”. “Cuando digo equidad me refiero a que se grave en función de la capacidad contributiva de aquellos que van a ser gravados. Cuando digo eficiencia digo un tributo que sea capaz de recaudar lo que se pretende pero al mismo tiempo que no castigue o no deteriore el estímulo a la inversión productiva que en el agro ha sido muy importante”, explicó.

En ese marco, el senador destacó que si el país tiene actualmente 5,5% de desocupación es “gracias a que hubo inversión” y “eso hay que cuidarlo mucho”. Además indicó que deben tomarse decisiones “con mucha calma y con todo el tiempo que sea necesario” en torno al destino de la recaudación. “El tributo persigue objetivos que compartimos y para destinos que también compartimos, en particular lo de mejorar la infraestructura del país y por eso queremos hacerlo bien y que no tenga vulnerabilidades”, advirtió. Cabe recordar que las gremiales de productores reclaman que los recursos que se desprendan del impuesto se vuelquen exclusivamente en infraestructura.

Consultado sobre la existencia de discrepancias con Mujica, el vicepresidente aseguró que vienen trabajando con “mucha sintonía”. “La sintonía se extiende hasta el reconocimiento que hacemos ambos de que todavía es necesario seguir analizando”. “Uruguay es un país chico en tamaño físico, con mucha potencialidad y que está a su vez entre dos grandes vecinos. Siempre va a necesitar ofrecer condiciones de apertura y de atracción para competir con Argentina y Brasil en materia de inversiones y por lo tanto tiene que tener su distinción y características específicas”, concluyó.