En el gélido domingo de ayer, unos dos millones y medio de porteños estaban habilitados a votar para definir quién gobernaría la ciudad hasta 2015. Los candidatos eran el titular del Ejecutivo de la ciudad de Buenos Aires y líder de propuesta Republicana (Pro), Mauricio Macri, y el candidato del Frente para Victoria, Daniel Filmus. La balanza se inclinó por cuatro años más de Macri.

Cerca de las 20.00 Filmus aceptó esos resultados. "Quiero felicitar al Pro y a Mauricio Macri, que salió electo", dijo. "Quiero transmitir el saludo y el abrazo de la presidenta, saludo que compartimos con Carlos Tomada para todos", agregó. Según informó la prensa argentina, Cristina Fernández habló con Macri para felicitarlo.

En la primera vuelta del 10 de julio, el candidato de Pro y su compañera de fórmula, la ministra de Desarrollo Social de la ciudad, María Eugenia Vidal, lograron 47,07 % de los sufragios. Por su parte, Filmus y su candidato a vice, el ministro de Trabajo argentino, Carlos Tomada, obtuvieron 27,87% de respaldo.

De cara al balotaje de ayer, los candidatos apostaron a quiénes no habían votado por ninguno de los dos. Así Macri buscaba ser electo con más apoyo que en 2007 -algo que logró- y Filmus para reducir la distancia que lo separaba de su adversario. Un 72% de los porteños fue a votar el 10 de julio, y ayer esa proporción se mantuvo.

Macri y Filmus ya se habían enfrentado en los comicios de 2007, cuando el conservador se impuso en la segunda vuelta, entonces con el 60,7 % de los votos.

Segunda parte

La gestión que realiza desde 2007 Macri fue muy criticada por no lograr solucionar los grandes problemas de la ciudad de Buenos Aires, como la suciedad, el caos del tránsito, el déficit de vivienda, la decadencia de la estructura edilicia en hospitales o escuelas y los fuertes recortes que impuso a las actividades culturales.

Además, Macri está procesado por "asociación ilícita" en un caso de escuchas ilegales que se supone que fueron realizadas desde su administración. Los espiados fueron conocidos empresarios, y también Sergio Burstein, familiar de víctimas del atentado de 1994 a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). Pero Macri asegura que en este caso fue implicado porque es víctima de una persecución política, y argumenta que el juez Norberto Oyarbide, a cargo de la causa, es cercano al kirchnerismo.

Hace un año, un asesor de Macri, el ecuatoriano Jaime Durán Barba, dijo que la imagen del jefe de gobierno mejoró al verse involucrado en esa causa. "El escándalo logró que Mauricio subiera seis puntos en una encuesta y ocho puntos en otra", dijo entonces Durán Barba. "A la gente no le importa nada. La gente no es boba, sabe que es un tema de políticos", concluyó.

A Durán Barba apuntó en la reciente campaña electoral Filmus, quien lo denunció como posible responsable de una campaña sucia en su contra. Miles de porteños recibieron llamadas por una falsa encuesta en la cual se difundía informaciones falsas sobre Filmus.

Sin embargo, durante la campaña Macri optó por evitar la confrontación, concentrarse en actividades vecinales, e hizo pocos actos masivos. No debatió con sus adversarios y negó las acusaciones en su contra, y se presentó como una víctima del gobierno nacional, su rival político.

Cinco en disputa

En la legislatura porteña, el kirchnerismo y sus aliados tendrán 13 legisladores cuando asuman las autoridades surgidas de estas elecciones. Otra fuerza opositora a Macri, Proyecto Sur, tendrá 11 legisladores. Pero aun si los votos de ambos se sumaran en el parlamento porteño, no llegarían a superar las 26 bancas que tendrá el Pro. Esta situación otorgará un papel central a los cinco diputados de la Coalición Cívica, que suelen lograr acuerdos con el macrismo.

La bancada macrista también necesitará sumar cinco aliados a la hora de alcanzar la mayoría especial de 31 votos, necesaria para aprobar muchas normas.