En las elecciones de 2008 Vladimir Putin encontró una solución para seguir en el poder, pese a que ya acumulaba dos mandatos sucesivos como presidente de Rusia y la Constitución no le permitía competir por un tercero. Hizo un enroque con su primer ministro, Dmitri Medvedev, que fue el candidato a la presidencia por el partido gobernante, Rusia Unida. Cuando Medvedev fue electo, nombró a Putin como su primer ministro. Para 2012, el plan es volver a intercambiar sus puestos y que ambos sigan ocupando los dos principales cargos de gobierno.

El anuncio fue hecho el fin de semana por el congreso del partido oficialista, Rusia Unida, cuya presidencia también está en manos de Putin, que creó ese cargo para sí mismo al dejar el Kremlin en 2008. "Nadie en esta vida nos puede tumbar del caballo", dijo Putin en su discurso en el congreso, y aseguró que él no perdió "la voz de mando". Los militantes oficialistas lo ovacionaron, y Medvedev se declaró seguro de que su mentor político será el nuevo gobernante ruso.

Putin también manifestó su expectativa de que Medvedev acepte encabezar un próximo gobierno con él en la presidencia. "Quiero decir con toda claridad que hace tiempo que hemos conseguido el acuerdo sobre qué hacer y a qué dedicarnos en el futuro", declaró, según citó la agencia de noticias EFE. Luego, Putin y Medvedev se abrazaron.

Algunos descontentos

La conformidad del presidente Medvedev con el sistema de rotación establecido por Putin no parece compartida por todo el mundo. Un asesor del actual presidente, Arkadi Dvorkovich, tuiteó que "no hay motivo para la alegría", y dijo que el lugar donde se celebró el congreso de Rusia Unida, el Palacio de Deportes de Luzhniki, "es más apropiado para jugar al hockey".

También el ministro de Finanzas, Alexei Kudrin, manifestó su malestar ante el anuncio del enroque, y adelantó que no formará parte de la próxima administración, informó la agencia Reuters. "Creo que los desacuerdos que tengo [con Medvedev] no me permitirían sumarme a este gobierno", dijo Kudrin.

También se mostró crítico el ex titular del Parlamento Serguei Mironov, que lidera el partido Rusia Justa, hasta hace poco opositor pero ahora aliado de Rusia Unida. Dijo que su sector político no va a apoyar una candidatura de Putin. "En el país nada marcha como es debido y la culpa la tiene el monopolio de poder de Rusia Unida", opinó.

Más duro fue el opositor Partido Comunista. Su dirigente Guennadi Ziuganov dijo que hay que "cambiar la dictadura del lavado de cerebros, la plata y el palo policial por una competencia política real". A su entender, el dúo Putin-Medvedev "se ve obligado a maniobrar porque cualquier otro cambio aceleraría el fracaso de la política de los últimos años".

Críticas como ésta le llegan a Rusia Unida desde distintos sectores, pero todavía no le hicieron suficiente mella.

Putin puesto

Si bien el oficialismo perdió popularidad, las encuestas muestran una oposición débil y dan a Rusia Unida por segura triunfadora en las elecciones, con mayoría absoluta en el Parlamento. Hoy cuenta con una mayoría todavía más amplia, superior a los dos tercios de las bancas.

A causa de la pérdida de apoyo, Putin creó una plataforma electoral que integra a varios partidos: el Frente Popular de Toda Rusia. De este modo, se incluirá entre los candidatos a diputados para las elecciones parlamentarias de diciembre a dirigentes políticos independientes, figuras de distintos ámbitos de la actividad pública y representantes de organizaciones sociales.

“Entendemos que Rusia Unida no puede ser eternamente la principal formación política del país. Pero ahora no hay otro partido que nos pueda reemplazar sin causar consecuencias catastróficas para el país”, dijo el presidente del Parlamento, Borís Grizlov.

Junto a Rusia Unida, continúa en el poder Putin, que asumió como primer ministro en 1999, como presidente en 2000, otra vez como primer ministro en 2008, y se prepara para volver a la presidencia en las elecciones de marzo.