-¿Aceptaría ser candidata a presidenta del FA?

-En este escenario, de ninguna manera.

-¿Le gusta el método de la elección a padrón abierto?

-No me gusta. Capaz que yo soy muy antigua, pero creo que a algunas generaciones frenteamplistas no nos gusta competir entre nosotros. Nos deja lastimaduras, y ya tenemos bastantes como para estar buscándonos problemas nuevos. En las últimas elecciones para las intendencias se pudo ver esto. En la previa al acuerdo para la elección de Ana Olivera como candidata algunos salieron a hacer campaña para un lado y otros para otro. Si leemos la prensa y las redes vamos a ver que dejó heridas. Ojalá se pueda llegar a un candidato único.

-¿Cómo debería ser el próximo presidente del FA?

-Tiene que tener una convicción frenteamplista muy importante, porque va a tener que ponerse los zapatos del general [Liber Seregni], de Tabaré [Vázquez] y, por qué no, de [Jorge] Brovetto, que lo hizo en momentos muy difíciles. Ellos dejaron muy alta la vara. Puede ser alguien sectorizado; Tabaré lo fue pero no actuó como un hombre del Partido Socialista y nadie puede afirmar que lo haya hecho. Lo mismo Brovetto, que yo no sé lo que vota.

-En estos días ha circulado el nombre del coordinador del PIT-CNT Juan Castillo para la presidencia. ¿Qué le parece?

-Juan es un buen frentamplista y un buen unitario. Lo ha demostrado en la central, y además ha demostrado que puede hacer equilibrios y balances más allá de lo que él piense o de lo que piense el partido [en referencia al Partido Comunista del Uruguay, PCU]. Pero quizá lo estén tirando para pincharlo, es una fórmula para quemarlo. No creo que esto esté en su cabeza para nada.

-¿Por qué le parece que se están generando varias discusiones en la interna del actual gobierno?

-Lo que veo es por la prensa. Pero creo que aquí hay mucho de la familia "Fuentes" [en referencia a las fuentes del gobierno que hablan con la prensa]. El otro día el presidente dijo una verdad grande como una casa cuando sostuvo que no había demasiada diferencia en la interna del FA; yo lo veo igual.

-Sin embargo, recientemente el senador Rafael Michelini sostuvo que la Oficina de Planeamiento y Presupuesto [OPP] está tomando un rol que no le corresponde...

-Lo comparto conceptualmente, y Tabaré también lo compartía. Cuando se llevó a cabo la reforma constitucional de 1996 no sólo estuvimos en contra del balotaje, sino, entre otras cosas, de los superpoderes que se le daba a la OPP. Estaba hecha a la medida de Davrieux [Ariel, director de la OPP en todos los gobiernos colorados posteriores a la dictadura]. Después de que asumimos quedó claro que la OPP tenía que tener las potestades que le marca la Constitución. La política del gobierno es del gobierno, no de una secretaría ni de un ministerio. Pero no sé si actualmente la OPP se está excediendo porque no estoy adentro. Si miro por la prensa puede parecer, pero a veces se publican mentiras.

-¿Cree que este gobierno es más o menos de izquierda que el anterior?

-Primero hay que definir qué quiere decir ser de izquierda, y eso da para una charla aparte. Hay un programa de gobierno que es de izquierda, y el gobierno de Tabaré fue de izquierda. Mi partido [el PCU], con el cual no estuve de acuerdo, en el momento pensó que apoyando a Mujica íbamos a ser más de izquierda. Hoy yo trato de mirar los datos duros y lo que veo es que hay continuidad de programa. Se modificaron cosas que había que modificar y se hicieron otras nuevas porque hay que avanzar más en otros temas.

-¿Está de acuerdo con que haya consejeros sociales en la educación?

-Sí. Desde la Federación Uruguaya de Magisterio [FUM] peleamos toda la vida para que haya consejeros sociales. Que eso funcione mal es otro punto.

-Entonces piensa que eliminarlos o darles más votos a los consejeros políticos sería un retroceso...

-Sí. El mejor ejemplo que tenemos de un caso similar es el del Banco de Previsión Social; es un estupendo ejemplo de cómo un equipo que tiene trabajadores, empresarios y jubilados se sintió parte y se puso sobre los hombros la institución. Pero hablando de educación, yo también me pongo la túnica. Comparto la posición de mi sindicato en lo que tiene que ver con el Promejora (de hecho, la FUM aprueba la implementación de este tipo de programas en Primaria) y me siento muy representada en el Codicen por Teresita Capurro. Las misiones sociopedagógicas en definitiva eran propuestas piloto de Julio Castro, eran planes piloto para mejorar la educación uruguaya.

-¿Tabaré vuelve?

-No sé. Se fue por la puerta grande. Se fue como el mejor presidente del país y con la mayor aprobación. Fue un estupendo intendente y presidente y abrió las puertas para que el FA pudiera seguir gobernando. No sé si hay derecho a pedírselo porque después algunos hacen colas para pegarle, pero si vuelve yo lo voto.