La sesión duró más de nueve horas y tuvo la particularidad de que hubo un número similar de integrantes del Ministerio del Interior en la sala (más de 11, incluyendo al ministro Eduardo Bonomi) que de miembros de la Comisión Permanente (también 11). Acompañaron al jerarca el jefe de Policía de Montevideo, Diego Fernández; el director nacional de Policía, Julio Guarteche; el subsecretario Jorge Vázquez y el director general de Secretaría de la cartera, Charles Carrera.

El senador nacionalista Carlos Moreira (Alianza Nacional, Partido Nacional, PN), quien ofició de miembro convocante, abrió el llamado con una extensa intervención, que resultó ocasionalmente secundada por frecuentes comentarios, críticas y cuestionamientos de todo tipo y color del diputado nacionalista Javier García.

Con la presencia en las barras del ministro de Turismo y Deporte, Héctor Lescano; del secretario general del Partido Socialista, Yerú Pardiñas, y de una veintena de personas más, Moreira comenzó justificando el llamado a sala “como absolutamente pertinente” y consideró que en los primeros días del año hubo un “quiebre absoluto con una tendencia decreciente de los homicidios, ya que en seis días hubo 14 homicidios, y después se registraron varios más”. El senador también arremetió contra el gobierno, que, según dijo, “ha dicho desde la propia Presidencia que la oposición está haciendo un circo político”. “Me parece profundamente injusto porque esto es el ejercicio de la función de contralor del Parlamento”, sostuvo, en referencia al llamado a sala. “¿La culpa de la inseguridad la tenemos nosotros? El PN hizo muchas propuestas y ha votado afirmativamente en estos temas en los proyectos de ley que envió el gobierno”, resumió.

El senador también aseguró que tras el receso parlamentario promoverá la creación de una comisión parlamentaria de seguridad ciudadana y también enfatizó que “se suceden las marchas callejeras en los barrios por la violencia generalizada y la inseguridad. Se activan mecanismos de autodefensa y se producen casos de legítima defensa. El miedo en la sociedad está instalado”. Apuntó que los delitos “han aumentado en los barrios de bajos recursos” y disminuyeron en las zonas de más alto poder adquisitivo.

Por último, el senador denunció que en la Policía está comenzando a suceder “lo mismo que en la salud y en la educación: mandan las corporaciones”. “Hemos visto a un dirigente del PIT-CNT con un cigarro apagado, termo y mate, dándoles instrucciones a los policías que tiraban panfletos, cuando la sociedad está sobrecogida por la inseguridad, y ahora quieren hacer seis horas en vez de ocho y quieren participar en la planificación”, denunció.

Indignado

Más duros aun fueron los comentarios de García, que aseguró que “el gobierno fracasó en las políticas de seguridad”. “Es más, no las tiene”, concluyó. Según el diputado, “lo mismo que desde el ministerio dijeron que iban a hacer en 2011 es lo que se va a hacer en 2012”, en tanto que invitó a los oficialistas a “leer los titulares de los diarios, a ver si esto es un invento”. “Lo que en otra parte del mundo se llama ‘movimiento de indignados’ está empezando a surgir en materia de seguridad en Uruguay”, comparó García, en referencia a las crecientes marchas por la seguridad que está habiendo en distintas partes del país. Remató: “El gobierno es responsable de este nuevo movimiento de indignados que se está generando. No les puede echar la culpa a los demás ni a las herencias malditas, porque el gobierno hace siete años que está en el gobierno”.

Respuesta oficial

Por su parte, Bonomi relativizó los datos generados en los primeros días del año -indicó que fueron 22 homicidios- y alegó que no es serio extrapolar esos datos a lo que resta del año. “En 1993, cuando el miembro convocante era subsecretario, hubo 49 homicidios en el año y no tuvo repercusiones como éstas”, dijo, en referencia al gobierno de Luis Alberto Lacalle, cuando Moreira era viceministro del Interior.

Según el ministro, la Policía tiene entre “40 y 60 años de atraso”, por lo que “todo lo que se está haciendo ahora debió hacerse mucho antes”. “Hay que trabajar en prevención social y policial; la primera va a tener consecuencias en 15 años, y en la década de los 90, cuando se criaron los delincuentes de hoy, no hubo la prevención social del delito que tenemos ahora”. También volvió a insistir en que “todos los jueces especialistas dijeron que el gran problema era la proliferación de armas entre los ciudadanos. Y hoy, la inmensa mayoría de estos 22 homicidios fueron interpersonales, así que el que llamó a armarse que se haga cargo. Que miren lo que pasó y las consecuencias”.

Luego el ministro leyó un informe de la División de Análisis y Estadísticas que decía, entre otras cosas, que los datos de homicidios fluctúan de manera suficientemente considerable en diez días como para leer una tendencia, y que los delitos contra la integridad física tienden a predominar en verano respecto de los delitos contra la propiedad, que aumentan en invierno. Según dijo, en la prensa se manejó que era algo absolutamente fuera de control y en realidad muchos de los crímenes fueron por ajuste de cuentas, en tanto que indicó que Uruguay está por debajo de la media mundial en asesinatos, en el continente más violento del mundo.

Bonomi también se refirió a algunos proyectos del gobierno. Dijo que se espera la llegada de escáneres para la implementación del control de la puerta de las cárceles en conjunto entre policías y militares, en tanto que afirmó que cerca de 360 efectivos militares ingresaron a la Policía.

Por último, y en relación con los reclamos del sindicato, dijo que no se iba a hacer cargo de sus planteos, pero explicó que “nunca hubo paro de policías” y que su cartera está en contra de la jornada de seis horas. “El sistema de sanciones lo pensamos modificar haciendo un proyecto de ley aparte”, confirmó.

Tiempo después

Tras su alocución, el ministro dio paso a exposiciones de asesores que presentaron muchas de las políticas que viene llevando adelante su cartera. Esto hizo que la sesión se extendiera varias horas, lo que fustigó la oposición. En el medio de estas exposiciones atacó García: “Esto es una operación de dilatación, de no hablar de nada; han hablado hasta del color de las consolas con que se comunican los policías, creo que es una tomadura de pelo no hablar de las cosas que importan”. La respuesta del oficialismo no se hizo esperar y los legisladores del Frente Amplio alegaron que las exposiciones hacían a la convocatoria. El propio Bonomi dijo que le hubiese gustado que los legisladores de la oposición “escucharan las intervenciones porque en ellas se trabaja con cuestiones de fondo”. “Salen a leer los titulares, pero nosotros no trabajamos para solucionar situaciones en diez días, sino para situaciones de fondo, porque las situaciones coyunturales se determinan con cuestiones de fondo”, señaló.

Sobre el final los legisladores presentaron sus conclusiones. El senador colorado Alfredo Solari destacó algunas de las intervenciones de Bonomi, reconoció que su gestión es “más activa” que las de otros ministros en el gobierno anterior y coincidió con él en la necesidad de que se reinstalen los tribunales de faltas y se haga cumplir sus sanciones. No obstante, entendió que se quedó con la insatisfacción de no haber visto “estrategias” para enfrentar los problemas de la cartera, y dijo que el Partido Colorado le pidió la renuncia al ministro, porque “su tiempo ya pasó y su política fracasó”.

Desde el PN, tanto el diputado José Carlos Cardoso (Más País) como García entendieron que “indudablemente existe una percepción diferente de la amenaza”. “Se preocupan por los derechos humanos desde hace 20 o 30 años pero no por los de ahora”, resumió García.

En cambio, el senador Luis Rosadilla destacó que si la seguridad es prioridad presupuestal es porque el gobierno está interesado en el tema. Se mostró “orgulloso” del discurso de Bonomi y destacó que fue uno de los mejores que escuchó como legislador. “Me convenció”, remató.

Al cierre de esta edición continuaba la sesión en el Senado.