-¿Cómo nació el movimiento Marcha Patriótica en Colombia?

-Somos un movimiento social y político. En 2010, después de mucho tiempo aparentemente acallados, se reencontraron el movimiento social colombiano, la federación de estudiantes, sindicatos mineros, agrarios, un movimiento barrial creciente, un movimiento artístico y cultural, y también sectores políticos. Reunimos cerca de 1.500 organizaciones. Dijimos: vamos a conmemorar, de forma alternativa, los 200 años de nuestro grito de independencia, a recuperar el sentido patriótico de la independencia, que luchaba por la soberanía nacional. Hicimos un cabildo abierto, donde los ciudadanos pudieron participar y plantear alternativas de gobierno, alternativas programáticas frente a las más crueles situaciones de la realidad colombiana. Por ejemplo, se hizo un cabildo inmenso con estudiantes, con trabajadores de la educación y docentes, para plantear caminos a una educación alternativa. El movimiento campesino, indígena, los afrodescendientes hicieron lo mismo con el tema de las tierras. Basados en esos cabildos empezamos a fortalecernos manteniendo la idea de que la política se hace en la calle, con participación de la ciudadanía. Con esa dinámica decidimos dar el salto en 2012 de pasar de ser una mera coordinación a ser un movimiento social y político. Así nace el Movimiento Marcha Patriótica. En el lanzamiento, el 23 de abril, llenamos la plaza de Bolívar en Bogotá con 100.000 compañeros.

-¿Por qué esta visita a Uruguay?

-Nosotros nos declaramos patriotas pero lo hacemos en el marco de la identidad martiana [de José Martí] y bolivariana, según la cual la patria es América y la humanidad. Es muy importante para nosotros entrelazar nuestros vínculos de afecto y solidaridad con todos los movimientos democráticos y de resistencia del continente, y pensamos que Uruguay es una reserva muy importante para el movimiento democrático. Vinimos a estrechar lazos de hermandad con compañeros de organizaciones sociales, a dar a conocer la problemática de la patria colombiana y a organizar la comunidad colombiana residente en Uruguay, aunque sean poquitos. Venimos de reuniones con la comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales del Frente Amplio, con la comisión de Relaciones Internacionales del Senado, el PIT-CNT, la FEUU y otras organizaciones políticas.

-¿Cómo ven el tema derechos humanos en su país?

-Colombia vive una crisis humanitaria. Te voy a dar las cifras que maneja el gobierno nacional para que no digan que esto es propaganda de la izquierda: ACNUR reconoce 4,9 millones de desplazados internos; la ONU reconoce 52.000 desaparecidos; 300.000 desplazados en el último año; 3.400 falsos políticos denunciados [ejecuciones de civiles por parte del Ejército, que los hacía pasar por guerrilleros] pero pueden ser muchos más; 8.500 presos políticos de los cuales la amplísima mayoría son miembros de organizaciones sociales, o sea que se trata de la criminalización de la lucha popular. Según la OIT, 60% de los sindicalistas muertos en el mundo son colombianos. Tenemos 4,5% de sindicalización, lo que muestra que ni siquiera hay garantías básicas para formar un sindicato; menos para formar un partido político.

-¿Ustedes tuvieron problemas?

-En un mes largo de existencia como Marcha Patriótica estamos todos amenazados y ya fueron desactivados atentados contra dos de nuestros voceros. Uno contra Carlos Lozano y otro contra Piedad Córdoba. A ella le habían instalado un chip en su auto para que le cayera un obús. En cuanto a Lozano, que es el director del periódico de izquierda Voz y miembro de Marcha Patriótica, se acaba de descubrir que el grupo paramilitar Los Hurabeños pagó 150.000 dólares por su cabeza.

-¿Quiénes son los que están detrás de esta situación?

-Más allá de si son militares o paramilitares, pensamos que es la extrema derecha colombiana. Los enemigos de la paz son los enemigos de Marcha Patriótica, porque la principal bandera de la Marcha es la solución política al conflicto y el cese de la guerra. Queremos decirlo con esa claridad: acusamos a las fuerzas de la derecha colombiana y exigimos al Estado colombiano que nos dé garantías. Mientas las autoridades mantengan la posición pusilánime que tienen hasta ahora, son cómplices de esas amenazas y atentados contra la Marcha. En un mes hubo amenazas de las Águilas Negras [ex paramilitares], dos atentados en curso, un compañero asesinado -Mao Rodríguez-, un compañero desaparecido -Hernán Henry Díaz-. Hasta ahora el presidente [Juan Manuel] Santos ha sido incapaz de decir que defiende la vida de los miembros de Marcha Patriótica. Nosotros llamamos al gobierno nacional a que nos dé garantías para poder hacer oposición política.

-¿Qué papel tiene la ex senadora Piedad Córdoba en el movimiento?

-Somos una Junta Patriótica (dirigencia) de 21 miembros y ella es uno de ellos. Tenemos una vocería colectiva rotativa de cuatro compañeros, y ahí está Piedad Córdoba. Es una compañera que viene de un partido tradicional, el Partido Liberal, del que se ha desprendido. La Negra es muy reconocida por su labor periodística ahora en TeleSur, muy reconocida en su lucha por la paz.

-¿Cuáles son los vínculos que mantienen con las FARC?

-El gobierno tiene un fetiche según el cual todo lo que no es de los partidos tradicionales es acusado de ser terrorista, subversivo y de las FARC. A nosotros nos acusan de mantener vínculos con la ilegalidad, pero la bancada del ex presidente [Álvaro] Uribe tiene 60 senadores presos por paramilitarismo, en el marco del escándalo de la parapolítica. Ningún miembro de Marcha Patriótica ha sido condenado. Cualquier cosa que no sea unirse al coro de la guerra total es complicidad con el terrorismo, con las FARC.

-Córdoba y Marcha Patriótica jugaron un papel importante en las liberaciones de rehenes de las FARC.

-Sí, y lo queremos seguir jugando. Nuestra Constitución dice que la paz es un derecho y un deber de todos los colombianos. Ante los oídos sordos del gobierno de Santos de iniciar un proceso de diálogo, nosotros vamos a seguir haciendo esfuerzos para que sí lo haya y surja una solución política. Nuestra propuesta, que vamos a plantear en ámbitos internacionales, es llamar a constituyentes por la paz, que el pueblo colombiano plantee una agenda de diálogo en asamblea. La paz se resuelve no sólo con la guerrilla y con el gobierno, sino con la población, con la sociedad civil y con la comunidad organizada. Nosotros no somos guerrilleros ni una organización armada, somos una organización social y política. No escondemos ni vamos a esconder nuestro compromiso indeclinable por la paz.

-¿Con este movimiento aspiran a emprender un camino electoral? ¿La candidata sería Córdoba?

-La doctora Piedad Córdoba ha sido inhabilitada por 38 años para ocupar cargos públicos. Le dieron la muerte política por actuar en el proceso de paz. Estamos peleando jurídicamente contra eso. [El camino electoral] no es nuestra intención fundamental, queremos ser una alternativa de poder y el poder pasa por la organización de la gente. Seguramente en algún momento se expresará en el proceso electoral, pero hoy no hemos decidido participar en ese proceso. Sin embargo, en Marcha Patriótica ya hay alcaldes, senadores, diputados, concejales de distintos partidos. Para nosotros lo central es unificar en torno a un programa alternativo y subvertir la conciencia de los colombianos. Si algo hemos podido aprender de los procesos en América Latina es que para que hubiese una transformación en Bolivia, en Ecuador, en Venezuela, primero se dio la movilización y la organización, después lo electoral se dio por ósmosis.