No soy naïf, y aunque no estoy en ningún partido político ni milito en las bases del Frente Amplio (FA) sé que además de mesas y congresos y acuerdos y plenarios, hay “internas” y “cocinas” como en todos lados.

Sé que a veces los partidos políticos deciden por cuotas, no las cuotas que posibilitarían mayor participación de mujeres, de jóvenes, de negros. No, cuotas de las otras donde se reparten este puesto para éstos y este otro para aquéllos. No soy ingenua. Pero quiero creer que además de todo eso, los partidos también tienen sentido común. Como tiene la gente: mucho sentido común.

¿Tiene sentido que Mónica Xavier deje el Senado? No lo tiene. Y quiero fundamentar por qué:

1- Es indudable que el Parlamento es un escenario privilegiado donde están los líderes de todos los partidos políticos y por el que pasan los grandes temas nacionales. Por algo otros dirigentes que presiden el Frente Amplio (FA) en el interior, al mismo tiempo ocupan una banca en el Parlamento sin que a nadie se le hubiera ocurrido pedirles que renunciaran a ella. ¿Por qué deberíamos perderla como senadora si en estos ocho meses ha demostrado que puede hacer las dos cosas?

2- Ha estado en los 19 departamentos y las mesas políticas -qué buena idea- tuvieron que mudarse al interior del país y a los barrios de Montevideo y Canelones. ¿Es verdad o no que los frenteamplistas volvemos a sentir que estamos debatiendo más, que salimos a la calle y que como Frente Amplio tenemos una opinión política más oportuna?

3- Basta leer la prensa para darse cuenta de que se comunica permanentemente con el Poder Ejecutivo -recordemos, por favor...- y que esto ha redundado no sólo en que ella como presidenta del FA tiene información directa sino también en una mejor orientación en las bancadas. Incluso, todos nosotros, frenteamplistas optimistas y frenteamplistas desesperanzados, los que siempre están a favor y no dudan ni un minuto, y los que siempre estamos haciendo preguntas inoportunas y dudamos de todo, ¿no nos sentimos más atendidos, más escuchados, más representados?

4- Formó un equipo de presidencia con el que distribuyó responsabilidades y que además es “paritario”. Primera vez que se ve algo así en cualquiera de los partidos políticos uruguayos.

5- Y todo esto, sin dejar de hablar con los movimientos sociales -a las organizaciones de mujeres nos consta- y estando permanentemente atenta al avance de los proyectos de ley que procuran ampliar y profundizar los derechos de la ciudadanía.

6- Es increíble que pese a tanta actividad desplegada haya sido una de las legisladoras que más asistencia tuvo.

¿Tiene sentido que se la obligue a dejar la banca en el Senado? ¿No es del más puro sentido común que se revise la decisión y continúe en las dos tareas? Por favor, no se les ocurra contestar que es porque le están cuidando la salud... Rectificar es de sabios.