Atendiendo al mito, los trabajadores uruguayos debieron poner a buen resguardo sus espejos ya que sus ingresos crecieron de manera significativa en estos últimos siete años. Aunque el salario no es lo único que interesa a los trabajadores y que su nivel responde a las luchas dadas por ellos antes y ahora y no tanto a la suerte, lo cierto es que los salarios reales tuvieron un crecimiento significativo en este período.

La capacidad adquisitiva de los ingresos de los asalariados uruguayos creció en el período 36%, aproximadamente, para el promedio. Los datos surgen de observar la evolución del Índice de Salarios Reales que publica mensualmente el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que mide la relación entre la evolución de los salarios corrientes (nominales) y los precios al consumo.

Si se compara el salario real de enero de 2013 -último dato disponible- con el de enero de 2006, el actual está 35,1% por encima en términos reales. Al realizar la misma comparación, se ve que el salario de los trabajadores privados creció más aun: 39%, mientras que el de los dependientes públicos lo hizo 29,4%.

En el país la fuente principal de ingreso de los hogares son los derivados del trabajo (salarios, ingresos de actividades por cuenta propia y patronales), los que constituyen más de dos tercios del ingreso de los hogares. La Encuesta Nacional de Gastos e Ingresos de los Hogares 2005-2006 del INE analiza la composición del ingreso total de los hogares y destaca que el trabajo es la fuente principal (explica 71% del total) y le siguen en importancia las transferencias (con 25%) y los ingresos proveniente de la propiedad (con 4%).

Luego de 15 años, y uno antes de que la diaria escribiera sus primera letras, en 2005, se realizó una convocatoria a Consejos de Salarios tripartitos. La incipiente evidencia empírica habla de que luego de varias rondas de negociación se observa un efecto positivo de éstos sobre la evolución salarial y una paulatina disminución en los incumplimientos de laudos. Durante el período de análisis, y en particular entre 2007 y 2011, el incumplimiento de laudos salariales pasó de 16,6% a 14%. Según el trabajo monográfico de las economistas Virginia Cabrera y Cecilia Cárpena (ver la diaria del 31/1/2013), la cifra continúa siendo alta, más aun cuando dichos niveles de incumplimiento “se están dando en una economía que crece”. Las posibles explicaciones que brindan en la monografía son que algunas empresas “negocian” con sus trabajadores salarios inferiores a los establecidos para ellos en los Consejos de Salarios, dependiendo de ciertas características o atributos de los trabajadores y de las empresas. Empresas que tienen como “motor” la reducción de costos suelen ofrecer salarios por debajo de los establecidos o recurren a la informalidad y los trabajadores “contratados” en este régimen son aquellos que presentan mayor vulnerabilidad en el mercado de trabajo. Esta situación, puede persistir, más allá del crecimiento de la economía, si no se aplican mecanismos de control como inspecciones de empresas o una mayor difusión de los acuerdos, para facilitar su interpretación por parte de los trabajadores.

El ingreso por todo concepto de los hogares uruguayos, sin considerar aguinaldo, creció 41,8% para todo el país comparando los ingresos de enero de 2013 con los de igual mes de 2006, según se desprende de la Encuesta Continua de Hogares del INE. Los datos del INE destacan una importante disparidad en la evolución de los ingresos de los hogares dependiendo de la zona geográfica analizada. Mientras que el poder de compra de los hogares residentes en localidades pequeñas y zonas rurales del país tuvieron un crecimiento de 57%, los ingresos reales de los hogares de Montevideo y de localidades de más de 5.000 habitantes crecieron en el mismo período 32,8% y 51,9%, respectivamente. En términos corrientes, es decir, sin considerar la evolución de los precios, los ingresos de los hogares uruguayos eran en promedio de unos 16.000 pesos en enero de 2006 y en enero de 2013 superaron los 44.000 pesos.