Sus fronteras con Siria e Israel marcan parte de la historia de Líbano y también inciden en su presente, en los aspectos políticos y religiosos. Su historia como Estado independiente comienza en 1943, luego de un período de protectorado francés, y desde ese momento se vio permanentemente atravesado por guerras civiles, en un territorio que es considerado estratégico en Medio Oriente, principalmente por sus países limítrofes. En 1975 comenzó la última guerra civil de importancia, motivada por crecientes ataques entre cristianos maronitas y musulmanes. El conflicto armado se extendió hasta el 2000.

La Constitución libanesa establece que la presidencia de la República debe ser ocupada por un cristiano maronita, el cargo de primer ministro por un musulmán sunita y el presidente del Parlamento debe ser un musulmán chiita. En este contexto es que Mikati había sido nombrado primer ministro por segunda vez el 25 de enero de 2011, apoyado por una coalición liderada por la organización chiita Hezbollah, luego de que el jefe del Ejecutivo anterior perdiera su cargo por la renuncia de todos los ministros de la oposición.

El gabinete de Mikati estaba compuesto por chiitas y “neutrales” con posturas cercanas al presidente Suleiman, según consignó la agencia de noticias Efe. De esta forma, se buscaba equilibrar la postura prosiria de los chiitas con la antisiria de los católicos, además de generar condiciones para el diálogo en pos de un gobierno nacional.

Al dimitir, el primer ministro señaló que su decisión se debió a un cúmulo de situaciones, entre ellas la falta de intención de citar a un nuevo acto eleccionario y el rumbo “desconocido” que tomarán los órganos de seguridad en el país.

Además, en declaraciones recogidas por Efe, instó a que se reanude el diálogo nacional y a la formación de un “Ejecutivo de salvación” para “este período especialmente difícil”. Mikati dijo también que espera que su dimisión abra el camino para que se desbloquee la situación política en su país.

Tire y afloje

La renuncia fue anunciada después de una reunión de gabinete en la que debía quedar conformado un órgano de supervisión para las elecciones del 9 de junio. Si bien se debatió durante casi un año una nueva ley electoral, no se alcanzó un acuerdo al respecto entre los dos grupos políticos mayoritarios, por lo que según el renunciante, “parece que ninguna ley será aprobada dentro del plazo constitucional”. Según la agencia de noticias, el principal bloqueo fue impuesto por Hezbollah, que no quiere celebrar las elecciones parlamentarias porque tiene la mayoría en la actual conformación del Poder Legislativo.

Con respecto al futuro de los órganos de seguridad libaneses, el propio Mikati explicó que varios integrantes del gabinete se oponen a renovar el mandato del jefe de Policía, Ahsraf Rifi, sobre todo los integrantes de Hezbollah, que lo consideran “anti Siria”. En cambio, la oposición crítica con Siria quiere que permanezca en su puesto, porque en el momento en que sea relevado, la ley establece que el cargo corresponde a un general que es cercano a Hezbollah.

Se veía venir

En días previos a la renuncia, varios actores habían alertado de posibles repercusiones del conflicto sirio en Líbano. Este país cuenta con miles de refugiados sirios, lo que hace que la realidad libanesa no esté ajena a ese, y tome partido por la oposición armada o el gobierno de Bashar al Assad.

La jefa de diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, mantuvo contactos con Mikati luego de que éste presentara su renuncia. La diplomática señaló que la población siria que se aloja en Líbano llegará a 20% de la población total del país de mantenerse las actuales tendencias, lo que representa una “pesada carga” para los libaneses. Pidió calma al pueblo y lamentó el resurgimiento de los actos de violencia en Trípoli, generados tras la renuncia del ex primer ministro, que dejaron cinco muertos y más de 20 heridos.

Además se reafirmó el compromiso europeo de apoyar a Líbano, tanto a sus instituciones como a las fuerzas de seguridad. En Líbano, el presidente Suleiman continuará esta semana los contactos para conformar el nuevo gabinete, debido a que el resto de los ministros renunciaron en bloque junto a Mikati.