La conferencia que se realizó ayer en el edificio Mercosur, organizada por la fundación Friedrich Ebert, tenía por objetivo debatir los retos de los gobiernos de izquierda en los próximos años. La integración regional formó parte inevitable de la temática, en un complejo momento de las relaciones entre Argentina y Uruguay (ver nota en esta página). Mujica evitó referirse al tema, si bien comentó que podía ser “un error” tomar sus dichos “al pie de la letra”.

Báez fue el primero en exponer y comenzó refiriéndose a los medios de comunicación. “Tenemos que poner freno al latifundio mediático”, sentenció. Este comentario motivó al moderador, el historiador Gerardo Caetano, a preguntarle a Lula y a Mujica por el tema. Lula se manifestó en contra de los monopolios en la comunicación aunque admitió que “no es fácil mejorar la correlación de fuerzas” en ese terreno. Mujica evaluó que, “en la medida en que la expresión de la famosa libertad de prensa es a través de un sistema empresarial”, no se puede “pretender que los sectores más débiles tengan fuerza para disputar ese espacio”. Consideró que no existe libertad de prensa sino “libertad de opinión”, y que estas opiniones son “conservadoras” desde un punto de vista filosófico y político. Evaluó que deben establecerse “ciertos mecanismos de regulación que aseguren” la participación de los sectores “más postergados”.

Lula realizó un balance de los gobiernos progresistas en la región. Dijo que “apenas se empezó con un proceso histórico” pero enfatizó que “ahora hay gobernantes comprometidos con los intereses del pueblo”. Mencionó la caída de la pobreza y el desempleo y las mejoras en educación y salud. Consideró que estos gobiernos lograron generar una “nueva relación” con los movimientos sociales. “Los gobiernos de derecha o centro derecha van a acabar con la participación social”, vaticinó. Lula opinó además que los gobiernos progresistas lograron “acabar con la idea de que el Estado no vale nada y que el mercado va a salvar a la humanidad”.

Confianza y burocracia

Lula consideró que lo primero que deben hacer los gobiernos progresistas es “tenerse confianza” entre ellos. Mujica aseguró que no reniega del Mercosur pero que éste “tiene que avanzar”. “No podemos estar 30 años haciendo discursos pro integración y que nos paren en la frontera. Estamos trabajando un acuerdo con Brasil para que en 2014 no exista frontera para mercadería y para la gente. No sé si las condiciones darán para eso, pero eso es la lucha por la integración”, ejemplificó.

“Brasil tiene que cumplir una responsabilidad histórica que es no aplastar y pagar la cena”, comentó Mujica, y eso le dio pie a Caetano para consultar a Lula sobre las acusaciones de falta de liderazgo de Brasil en la región.

“No hay muchos presidentes como Pepe Mujica que dicen que Brasil tiene que liderar, no, todo el mundo quiere ser el líder”, respondió Lula. “Lo que tiene Brasil es que por la dimensión territorial, por la cantidad de habitantes y por ser el más industrializado, tiene la responsabilidad de ser un inductor de las políticas de integración sin querer ser hegemónico”, evaluó.

Aseguró que durante su mandato hizo lo que pudo “para que hubiese una integración más fuerte”, pero llamó a tener “paciencia”. “Hay que enfrentar muchos obstáculos, la diplomacia argentina y brasileña tienen muchas divergencias”, indicó. Consideró que el Mercosur “tiene deficiencias pero se está consolidando cada vez más” y afirmó que se pone “muy contento” cuando ve la relación comercial entre Brasil y Uruguay. Confesó que desea tomarse “una cervecita” con Mujica en 2014 y atravesar las fronteras “sin tener que mostrar el pasaporte”.

Cerca del cierre, Lula se refirió al poder de la burocracia. Recomendó a Mujica que en la próxima cumbre del Mercosur elija un tema central para conversar, “además de todos aquellos que los burócratas determinaron”. “Nuestro problema es que nosotros tomamos las decisiones pero otros ejecutan”, manifestó. “Yo construí el principal puente entre Brasil y Bolivia. Fue más fácil construir el puente que poner un hombre de la aduana ahí. Y mientras no está el tipo, el puente no funciona”, ejemplificó.

Finalmente, pronosticó que “nada hará que América Latina retroceda”. “Quien aprendió a comer con un pedazo de carne ya nunca más podrá comer sin carne”, aseguró. Antes de la conferencia, Lula se reunió en la Torre Ejecutiva con Mujica. Luego mantuvo un encuentro con la presidenta del Frente Amplio, Mónica Xavier, y al final del día compartió una cena en el restorán La Corte con autoridades de gobierno y del Frente Amplio.