El panorama que se podía apreciar ayer al mediodía en el Parque Batlle llamaba la atención de todo el que pasaba por el lugar. A esta altura todavía faltan unos meses para los actos políticos masivos, y seguramente más de uno pensó que algún músico o una banda muy famosa estaba por tocar en el Velódromo Municipal.

Pero nada de eso era una especulación válida: lo que en realidad había revolucionado el clima habitual de esa zona de Montevideo era la asamblea general del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (SUNCA). Decenas de buses estacionados, gente debajo de los árboles, batucadas y vendedores de comida. Parecía un festival de rock. El ingreso fue dificultoso y una vez adentro podía verse al Velódromo como pocas veces, totalmente colmado.

Dentro del predio todo era rojo. Una gran cantidad de banderas del sindicato daban ese tono a cada lugar al que se mirara, más allá de que también se pudo apreciar varias banderas uruguayas, algunas del Frente Amplio, de la lista 1001 del Partido Comunista y hasta una con la cara del presidente José Mujica. Los jóvenes del sindicato vendían bonos para apoyar la campaña de No a la baja, las batucadas tocaban cada una por su lado y en la pista una pequeña cuerda de tambores tocaba en ronda mientras varios trabajadores y trabajadoras bailaban en el centro.

Carteles y banderas anunciaban la presencia de delegaciones de todo el país. También se veían consignas por la defensa del Plan Juntos, la denuncia de un conflicto en la empresa Montelecnor, reclamos por la aprobación de las leyes de responsabilidad penal y de insolvencia patronal, por la mejora del Fondo de Cesantías y Retiros (Focer) y por la distribución de la riqueza.

En las ferias, en las calles

En primer lugar, los representantes de la comisión electoral del sindicato anunciaron oficialmente los resultados de los últimos comicios, en los que participaron 35.510 trabajadores. Resultó con más votos la lista 658, que obtuvo 73,3%, seguida por la 58-4 con 21%. De ese modo, Óscar Andrade se mantiene como secretario general del SUNCA y el presidente continúa siendo Faustino 
Rodríguez.

Posteriormente se realizaron dos reconocimientos: uno a la viuda del ex integrante del SUNCA José Canario Torres, y otro que envió el Sindicato Único Nacional de los Trabajadores del Mar y Anexos (SUNTMA) al gremio de la construción por el apoyo brindado en la huelga marítima, que se levantó la semana pasada.

El primero en hablar fue el coordinador del PIT-CNT Fernando Pereira, que resaltó la concurrencia a la asamblea y afirmó: “Es muy lindo ver cómo entienden los trabajadores de la construcción la solidaridad y la lucha, cómo se desarrollan las acciones con el pueblo. Resuelven sus cuestiones entre miles y eso es el movimiento sindical en su esencia. La movilización más dura no es la que suena más dura sino la que más gente atrás tiene”.

Pereira aseguró que “aunque a la derecha no le guste, en 2005 empezó un proceso de cambios” que debe ser profundizado y para eso trabaja el movimiento sindical. “No somos neutrales y no consultamos a los partidos políticos para tomar decisiones, pero no miramos los procesos de transformación con indiferencia”, dijo. Pereira expresó que los medios de comunicación “se empecinan en mostrar que tenemos diferencias. Claro que las tenemos: somos el único movimiento social que muestra sus diferencias ideológicas y las hace públicas, con respeto, con altura, pero fundamentalmente con unidad. Si cada uno mira al compañero con cariño, si lo protege, si lo defiende, si cuida su salud laboral, si pelea por otro más débil, si da una mano al compañero que sufrió un accidente”.

Finalmente, el coordinador de la central sindical destacó cómo el SUNCA ha venido trabajando y enfatizó que “lucha como ningún sindicato, pero lo hace con racionalidad, con propuestas claras, conversando con el resto de la sociedad, juntando firmas en cada feria y dedicando tiempo para que el vecino comprenda que nadie se puede morir por trabajar en Uruguay”.

Mala prensa

El discurso central de la asamblea lo hizo el secretario general del SUNCA, Óscar Andrade, que comenzó su oratoria denunciando la indiferencia de la prensa por la asamblea que se estaba desarrollando. “Si un trabajador que está en el seguro de desempleo quisiera venir a esta asamblea, y se hubiera olvidado la hora y el lugar, y en la mañana prendía las radios o la televisión, se iba a encontrar con que ninguno de los informativos matutinos se enteró de que existía esta asamblea. Si iba a la esquina a hablar con el bolichero para que le dejara leer los diarios, tampoco lo iba a encontrar. Seguramente, aun en ese caso no hubiera faltado el otro compañero que le avisara que el deber nuestro era estar acá respaldando nuestra organización y nuestra historia”, se quejó.

Andrade hizo mención a la década del 90 en reiteradas ocasiones y afirmó: “Somos una generación privilegiada, porque hay buena parte de la historia reciente que nadie nos la tiene que contar. Esta generación conoce lo que era la industria de la construcción de la desregulación, el contrato a término, la ausencia de negociación colectiva, la represión abierta, el intento de privatizaciones, el aplastamiento de los derechos laborales de terminar la obra e irte con la quincena y sabe que el fondo de cesantía se conquistó con lucha. Sabe lo que eran las 48 horas semanales, y que todos nos fuimos emocionados cuando en 2008 bajamos la jornada laboral”.

Andrade hizo mención al informe presentado por las cámaras empresariales ante el Ministerio de Trabajo: “No disimulan que quieren ir marcha atrás en la historia. Presentaron plataformas en los Consejos de Salarios donde hay que pedir permiso hasta para ir al baño y que para poder parar cinco minutos te tiene que autorizar la corte de La Haya. Y según lo que presentan las cámaras como plataforma, al terminar un convenio colectivo, por ejemplo el nuestro, que termina el 30 de setiembre, debieran terminar todos los beneficios de los mismos”. Más adelante agregó, a manera de advertencia, que “la propuesta hasta ahora la han presentado la Cámara de Comercio, la Cámara Mercantil, la Cámara de Industrias, la Federación Rural y la Asociación Rural; que no se le ocurra a la Cámara de la Construcción montar semejante provocación, porque encontrara acá a decenas de miles de trabajadores dispuestos a defender cada milímetro de lo conquistado”.

Finalmente, criticó a los medios que manejaron la baja en el número de trabajadores afiliados como muestra de una supuesta crisis, dando datos que indicaban un crecimiento constante. Destacó que casi 650 hijos de trabajadores de la construcción están estudiando en la Universidad gracias al Fondo Social, rechazó que la prensa dedique muchas páginas a las noticias policiales pero no se preocupen por la situación de seguridad laboral de los trabajadores y finalizó exhortando a llevar adelante un cambio cultural en el movimiento sindical, en relación a los conflictos más recientes.

“Parte de la changa no es sólo pensar las protestas, es pensar la base social que les pongo abajo, por eso la estrategia es primero el trabajo, que el bolichero, el vecino, el del transporte que si marchamos nosotros marcha también, porque nuestra lucha es también la lucha del pueblo uruguayo. No es casualidad que este gremio cuando define que hay paralización corta en el shopping o en la mansión lujosa, pero nunca en una escuela o una cooperativa, porque no se trata de ponernos al pueblo de poncho, y las luchas alejadas del pueblo van rumbo a la derrota”, expresó Andrade.