Las encuestas brasileñas, marcadas por los desaciertos de la primera vuelta, anuncian un empate técnico entre la presidenta Dilma Rousseff y Neves, el candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que anoche mantendrían su primer debate televisado.

La disputa para la segunda vuelta se da prácticamente voto a voto, con los equipos de campaña enfocados en distintas áreas del país, pero en especial en Pernambuco y Acre, los dos estados en los que ganó Marina Silva, que fue candidata por el Partido Socialista Brasileño (PSB). Si bien tanto el PSB como Silva dieron a conocer su respaldo a Neves, en el equipo de campaña de Rousseff existe el convencimiento de que no todos los votantes de Silva seguirán a sus dirigentes el 26.

Además, se conoció que grandes sectores del movimiento de Silva, Rede Sustentabilidade (RS), y del PSB no darán su apoyo a Neves. Las diferencias internas en ambas organizaciones políticas se hicieron públicas en los últimos días.

Siete integrantes de RS renunciaron al movimiento por el apoyo de Silva a Neves. En un manifiesto publicado ayer aseguran que el respaldo a cualquiera de los candidatos de la segunda vuelta “refuerza los argumentos de aquellos que acusan a RS de ser más de lo mismo”, y declaran: “No responderemos por ese asesinato de los ideales y principios que nos atrajeron a RS”. Sin mencionar a Silva, se dirigen a ella al decir: “Estos viejos hábitos [de alianzas electorales] por ahora han sido protagonizados en RS por miembros que no entienden y nunca entendieron realmente, en profundidad, que para cambiar es necesario hacer las cosas de un modo diferente”.

Otro grupo de 25 “eslabones” (líderes locales) de RS escribió una carta en la que señala: “Es un grave error político la declaración de voto y la adhesión a la campaña de Aécio Neves. Ninguna modificación formal en el programa electoral de Aécio transformará la naturaleza de su candidatura”. Se refieren a que Neves accedió a contemplar sugerencias programáticas de Silva. “Ser parte de la polarización PT x PSDB desentona en el proyecto original de RS”, que nació con el propósito de cambiar el sistema de “la vieja, estancada y conservadora política que tanto el PT como el PSDB representan y practican”.

También en el PSB se generó una fuerte rispidez. El lunes el partido eligió a su nueva Ejecutiva Nacional en un encuentro al que no asistieron dos referentes de la línea tradicional del partido: la diputada Luiza Erundina y Roberto Amaral, quien fue su presidente hasta esa jornada. Ambos estuvieron en 
desacuerdo con el pronunciamiento del PSB a favor de Neves, y en los últimos días lo hicieron saber en un manifiesto firmado también por otros dirigentes. Allí señalan que consideran que esa decisión “fue electoral” y no aporta “a la izquierda y al socialismo renovador”.

En entrevista con la cadena O Globo Erundina aseguró que el apoyo a Neves es un error, que es incoherente con el discurso de cambio que ha impulsado el PSB, y que no se alcanzó sobre la base de acuerdos programáticos. Desde la nueva Ejecutiva Nacional del PSB hubo críticas hacia Amaral por su posicionamiento y por su supuesto acercamiento al PT, y no se descartó la posibilidad de expulsarlo de la formación.

Grandes amigos

En los últimos días se sumó un nuevo apoyo a Neves: el de la mayoría de los pastores de las iglesias evangélicas, algunos de los cuales destacaron que es un hombre casado y “tiene familia” (Rousseff es divorciada). Este apoyo a Neves se suma al del Club Militar y a los de otros sectores conservadores de la sociedad brasileña.

Serán esos sectores los más representados en el Congreso que asuma en febrero, y sus iniciativas, las que tengan más fuerza. En general se redujeron las bancadas de partidos de izquierda (como la del PT) y aumentaron las de derecha (PSDB), pero además crecieron las que impulsan proyectos conservadores, y lo contrario sucedió con aquellas que tienen propuestas vinculadas con los derechos de los trabajadores o de los homosexuales, según un informe del Departamento Intersindical de Asesoría Parlamentaria.

Crecieron las bancadas vinculadas con el agronegocio (de 14 senadores y 191 diputados a 16 senadores y 257 diputados) y con las iglesias evangelistas, así como la que reúne a ex policías y militares. La bancada empresarial se redujo en algunos escaños, de 246 a 190, pero sigue manteniendo una representación alta en una cámara baja de 513 miembros.

Por el contrario, bajaron su representación la bancada sindical (de 83 a 46) y la de quienes defienden los derechos indígenas (ninguno de los candidatos identificados con esas comunidades fue electo). Sí aumentó la bancada que tiene en su agenda el respaldo a los derechos de la comunidad homosexual, de 70 a 82 legisladores, algo que es atribuido a la mayor visibilidad que ha adquirido esta comunidad.