Horas antes de que Rousseff y Neves participaran en el primero de los cuatro debates televisivos que tienen previstos, cada candidato dio una conferencia de prensa en San Pablo. La dirigente del Partido de los Trabajadores (PT), que fue el blanco de las críticas de todos sus rivales en la primera vuelta, dijo que llegaba “bastante tranquila” a este encuentro: “Este debate es mejor, porque no son seis [candidatos] contra uno”.

También aseguró que aprovecharía esa instancia para abordar asuntos que Neves iba “a tener que explicar” acerca de su gestión en Minas Gerais, entre ellas, “por qué el PSDB produjo la segunda mayor deuda entre todos los estados brasileños”. La candidata agregó: “Van a tener que explicar muchas otras cositas más”. Ese ánimo quedó reflejado horas más tarde en el tono del intercambio entre los dos, en el que la presidenta le recordó a Neves que el PT le ganó al PSDB en el estado en que él gobernó por dos períodos, y que es el segundo del país en cantidad de votantes.

En su conferencia de prensa, Neves se refirió al apoyo que recibió de Marina Silva, la dirigente que ocupó el tercer lugar en votos en la primera vuelta. “Estoy feliz por el apoyo de Marina. Sé que no fue una decisión fácil”, dijo, y se alegró de “representar un conjunto de pensamientos que no era el más próximo” al suyo. En su opinión, Silva actuó “a favor de Brasil”.

Después el candidato se enfocó en su única rival y dijo que Rousseff actúa de manera “desesperada” y que el gobierno “está asustado”, está “con miedo de perder las elecciones”. El candidato afirmó: “Sólo 15 días nos separan de la liberación y vamos a quitar el peso del PT de las espaldas de los brasileños”.

En el debate los dos candidatos se acusaron de irregularidades, de haber mentido en la campaña y de haber hecho una mala gestión, cada uno en su ámbito de gobierno. Neves argumentó que los escasos logros que encuentra en la administración de Rousseff tienen su germen en el gobierno de Fernando Henrique Cardoso (mentor político del candidato) y en el de Luiz Inácio Lula da Silva, a quien sí elogió y trató de diferenciar lo más posible de la presidenta.

Llegó a decir que si le hicieran un examen de ADN al programa social Bolsa Familia se encontraría que su padre fue Cardoso y que su madre fue la primera dama de entonces, Ruth Cardoso. “Usted pasó todos los límites. Estamos en el terreno de la leyenda, de la fábula. El pueblo brasileño jamás va a creer eso. Ustedes jamás destinaron plata a grandes programas sociales”, respondió Rousseff, según citó el semanario Carta Capital. “Las únicas propuestas sociales que usted presenta son continuidad de proyectos míos”, dijo más tarde la presidenta.

Con la misma lógica de defender a los gobiernos anteriores para atacar a Rousseff, Neves afirmó que Brasil creció con Cardoso y con Lula, pero dejó de crecer con ella, y que la inflación y el desempleo se dispararon en la actual administración. “Ustedes fracasaron en la conducción de la política económica. La herencia del próximo presidente que asuma será pésima”, dijo.

“Usted está fabulando, inventando una historia que no existe. Tenemos la menor tasa de desempleo en la historia de las últimas tres décadas [5%]”, dijo la presidenta. Agregó que pese a la crisis de 2008 su gobierno logró mantener la inflación dentro de las metas que se había propuesto y que ahora existe una presión inflacionaria circunstancial. “Nosotros mantuvimos el empleo y el salario, y continuamos invirtiendo durante la crisis. A ustedes, en cambio, les gusta recortar. Recortaron los empleos y los salarios. En 2002 Brasil tenía un récord de 11,4 millones de desempleados”, dijo la candidata, que vinculó varias veces a su rival con el gobierno de los años 90 y sus privatizaciones. “El pueblo brasileño está muy asustado”, agregó. “El miedo en la sociedad brasileña hoy es a que el PT continúe en el poder por otros cuatro años”, respondió Neves.

Ya que estamos

El debate incluyó acusaciones mutuas de corrupción. El opositor llevó al encuentro televisado escándalos como el mensalão y el más reciente de un negocio muy perjudicial para Petrobras. “Es absolutamente increíble lo de Petrobras, pero usted sólo se indignó cuando se filtraron los testimonios, y no frente a su contenido”, dijo Neves.

“Mi indignación frente a todo lo que ocurra que sea irregular, incluso en Petrobras, es la misma de todos los brasileños, así como es completa mi decisión de castigar a todos los involucrados, ya sean corruptos o corruptores”, respondió Rousseff. Afirmó que si esos escándalos existen es porque el PT permite que se investiguen e incluso fortaleció a las instituciones encargadas de combatir la corrupción, mientras que el PSDB “finge investigar y no investiga”.

También la presidenta llevó su lista de escándalos de corrupción en los que estuvieron involucrados sus rivales. Entre ellos, recordó la construcción de un aeropuerto por parte del gobierno de Minas Gerais en una estancia de un familiar de Neves. A su turno, el candidato aseguró que la obra se hizo en perjuicio de un tío suyo y no para favorecerlo. “Si usted tuviera más contacto con Minas Gerais sabría que todas esas obras fueron consideradas correctas por el Ministerio Público”, dijo. “Usted está engañado. El Ministerio Público no aceptó la denuncia penal pero recomendó una investigación administrativa”, le contestó Rousseff.

La mandataria afirmó que en Minas Gerais se deterioró la salud pública -según dijo porque se desviaron fondos-, que la deuda pública creció, que empeoraron distintos indicadores, y acusó a su rival de haberle dado empleo en el Estado a su hermana, tíos y primos. Él negó las acusaciones. “La conmino a que diga dónde trabaja mi hermana. Su propaganda es mentira tras mentira. No es verdad”, dijo Neves, según citó la agencia de noticias AFP.

Números

También al momento de hablar de propuestas sobre educación y seguridad pública los dos candidatos cuestionaron sus respectivos gobiernos. Rousseff dijo que la seguridad -tema central en la campaña de Neves- está a cargo de los estados y que en Minas Gerais aumentaron los índices de violencia. Discutieron sobre las cifras de homicidios en ese estado, y Neves acusó al gobierno de “tercerizar” sus responsabilidades en materia de seguridad pública.

Acerca de las políticas sociales, el candidato de derecha acusó a la presidenta de no haber cumplido su promesa de crear 6.000 guarderías para niños de cero a tres años. “Esa historia está muy mal contada. Usted parece que no entiende del asunto”, le respondió la dirigente del PT, y agregó que 89% de los niños ya acceden a la educación preescolar, lo que permitirá universalizar el acceso para 2016.

El opositor insistió en que la campaña del PT utiliza mentiras para convencer a los votantes de no apoyarlo a él, entre ellas la de que va a desmantelar los programas sociales y a privatizar los bancos del Estado.

Para despedirse, y ya dirigiéndose a los votantes, Neves saludó a dirigentes del Partido Socialista Brasileño, que había promovido la candidatura de Silva, y agradeció su apoyo a la viuda de Eduardo Campos, el candidato de ese partido que murió durante la campaña y cuya figura es muy popular y respetada. A su turno, la presidenta declaró tener “un compromiso verdadero con los trabajadores para garantizar sus conquistas y logros”, y prometió “un nuevo ciclo de crecimiento para un país más moderno, más competitivo”.

Medios de prensa y analistas políticos de Brasil no identificaron un ganador en este debate, que duró casi dos horas. Los candidatos ya se preparan para los próximos encuentros, y las encuestas los muestran cabeza a cabeza para el balotaje del domingo 26. La última, difundida ayer y elaborada por Datafolha, atribuía una intención de voto de 45% para Neves y de 43% para Rousseff, y al igual que las anteriores, los mantenía en empate técnico.