Días atrás, hackers causaron el cierre de buena parte del estudio de Sony en Hollywood -Sony Pictures Entertainment- durante dos semanas. Robaron gran cantidad de datos y usaron un software para borrar información de las computadoras.

Varios medios lo vincularon con que Sony Pictures está por estrenar en Estados Unidos una película llamada La entrevista. Esa comedia trata de un periodista de televisión que es invitado por Kim Jong-un para una entrevista, durante la cual intentarán asesinar al líder de Corea del Norte.

Los hackers divulgaron en varias páginas web información robada a Sony acerca de películas que todavía no se estrenaron, y en una de esas páginas se emitió este mensaje:”¡Cancele inmediatamente la exhibición de la película sobre terrorismo que puede romper la paz regional y provocar la guerra!”. Lo firmó el grupo “Guardianes de la Paz”, que se atribuye el ciberataque contra Sony, que comenzó el 24 de noviembre.

El gobierno norcoreano había dicho que la película era un “evidente patrocinio del terrorismo, así como un acto de guerra”, en una carta enviada a la Organización de las Naciones Unidas, pero negó ser responsable del ciberataque. El Comité de Defensa Nacional norcoreano dijo que lo ocurrido pudo haber sido lo que definió como “una obra justa” de sus partidarios.

Sin embargo, Joe Demarest, director asistente de la división cibernética del FBI, dijo ayer, según la agencia de noticias Reuters, que el ataque de hackers “no ha sido atribuido aún a Corea del Norte”.