Los candidatos opositores Mauricio Macri y Sergio Massa se enfrentaron en los últimos días en busca de los votos que les permitan llegar al balotaje para enfrentar al oficialista Daniel Scioli. “Le ofrezco a Mauricio que elija el lugar, que elija las reglas y que elija incluso el programa de debate; no tengo problema”, dijo ayer de mañana Massa a la radio Delta. “Ya debatimos. Fue un gran paso. El próximo debate será con Daniel Scioli en la segunda vuelta”, fue la respuesta de Macri, sólo unas horas después, en la radio FM Latina.

Éste es sólo uno de los cruces de declaraciones públicas que se han dado entre Massa y Macri en las últimas horas. En ellos, Macri se encarga de hacer hincapié en que él es el candidato que llegará al balotaje y no Massa, quien “no tiene posibilidades de llegar a la segunda vuelta”. Por su parte, Massa insiste con los datos que reflejaron algunas encuestas, según las cuales en una eventual segunda vuelta él sería el único capaz de reunir el apoyo necesario para ganarle a Scioli.

El tiro de largada para esta pelea por el segundo lugar lo dieron las seis encuestas publicadas el fin de semana. Esos sondeos reflejan los tres escenarios posibles: una da como ganador a Scioli el 25 de octubre en primera vuelta, otra indica que es inevitable la segunda vuelta, y las otras cuatro no determinan claramente si habrá balotaje por lo ajustado de los resultados y las dudas sobre qué votarán los indecisos. Hace sólo dos semanas era prácticamente una certeza que habría segunda vuelta el 22 de noviembre.

Los estudios de opinión consignan, además, un segundo elemento: un crecimiento de Massa y una caída de Macri en intención de voto.

Con estos números sobre la mesa, el domingo Macri publicó una carta en su página de Facebook, en la que instó a quienes están en contra del gobierno a votarlo a él para que la oposición no se divida. En el mismo sentido se pronunció ayer la compañera de fórmula de Macri, Gabriela Michetti: “Si ese sufragio se dispersa, no va a haber posibilidad de disputar el balotaje”. “No hay que hacer cosas que sean funcionales a dividir el voto opositor”, dijo por su parte María Eugenia Vidal, candidata de la alianza de Macri, Cambiemos, a gobernadora de la provincia de Buenos Aires.

Pero ni Macri ni Massa aflojaron en sus declaraciones: el candidato de la alianza Unidos por una Nueva Argentina (UNA) aseguró que creció en las encuestas por no haberse quedado “en el marketing de los carteles y los globitos”, en una referencia casi despectiva a la campaña de Macri. Además, agregó: “Si Macri va a segunda vuelta con Scioli, gana Scioli; si nosotros estamos en segunda vuelta, le ganamos al kirchnerismo, a Scioli, y se termina esta etapa”. Massa no aclaró en qué se basaba para hacer esa afirmación, aunque según Clarín lo hacía en encuestas de los partidos que lo respaldan.

Massa “no tiene posibilidades de ir a segunda vuelta”, aseguró Macri. “Es el tercero”, insistió. “Pido trabajar juntos para que el cambio se dé, con el máximo de los respetos por él y por sus votantes. Nosotros estamos listos para representarlos con humildad, con vocación de diálogo”, dijo Macri, en lo que sonó como una invitación a Massa a que lo respalde. Horas antes, el candidato de Cambiemos había dicho que si él y Massa se hubieran aliado en “un frente antikirchnerista”, eso habría generado “que el oficialismo llegara a 45%, y hoy eso no sucede”. Scioli ronda el 40%.

El candidato oficialista se metió en el debate con un comunicado: “Mientras los demás se pelean a ver quién puede tratar de estar más 'en contra de' o ver el voto útil, de qué manera se puede pelear ese segundo puesto, yo estoy totalmente abocado a llevar a la Argentina a las próximas grandes victorias, que tiene que ver con un proceso histórico de desarrollo del país”.