El FpV perdió el domingo algunos de sus bastiones en el conurbano bonaerense. Es el caso de Lanús, donde el oficialista Darío Díaz Pérez gobernaba desde 2007. El candidato del FpV que compitió por su cargo fue el subsecretario de Justicia, Julián Álvarez, de La Cámpora, pero perdió ante Néstor Grindetti, el responsable de Economía del gobierno de Macri en Buenos Aires. El oficialismo también perdió los municipios de La Plata, Morón, Pilar, Quilmes y Tres de Febrero.

Por el de Quilmes había sido electo intendente en 1986 el actual jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, que ayer compitió por el cargo de gobernador de la provincia de Buenos Aires, pero perdió frente a la candidata de Cambiemos, María Eugenia Vidal.

El domingo, el actual intendente de Quilmes, el ex sindicalista Francisco El Barba Gutiérrez, perdió las elecciones ante Martiniano Molina, candidato de la alianza Cambiemos e integrante del partido de Macri, Propuesta Republicana (Pro). Molina, de 43 años, fue jugador de handball y hasta hace un año conducía programas de cocina en el canal de televisión por cable El Gourmet. Es un ejemplo de la política de Pro de sumar nombres de personalidades conocidas a su campaña, pese a su falta de trayectoria política en el territorio.

La provincia de Buenos Aires incluye 135 intendencias, de las cuales 64 quedaron en manos de Cambiemos; en 57 ganó el FpV, y en diez Unidos por una Nueva Argentina (UNA), la coalición que respaldó la fórmula presidencial del diputado Sergio Massa, según números que publicó el diario Página 12.

Sin embargo, en la provincia fue Scioli el que obtuvo el mayor porcentaje de votos en las elecciones presidenciales: 37,1% frente a 32,9% de Macri. Esto refleja algo que destacaron varios medios argentinos: el corte de boletas (lo que en Uruguay sería el voto cruzado) jugó un papel importante en las elecciones del domingo, pese a que no es un ejercicio habitual entre los argentinos.

El 10 de diciembre Vidal se convertirá en la primera mujer en gobernar la provincia de Buenos Aires, después de obtener 39,5% de los votos frente a 35,2% de Aníbal Fernández, que perdió 5% de los votos respecto de los que recibió en las primarias de agosto. Ayer Fernández dijo en conferencia de prensa que los resultados del domingo son “muy particulares”, pero reconoció que “las urnas hablan por sí solas”. Consideró que su candidatura sufrió un impacto “muy fuerte” por las denuncias de “la producción” de “Canal 13, Lanata y compañía” que lo vinculaban con el narcotráfico, y agregó: “Hubo gente de mi partido que hizo todo lo que podía para que me fuera mal”. No aclaró a quiénes se refería. Aun así, dijo que no sabía si estos aspectos fueron los que definieron su derrota. “No seamos tan contundentes”, pidió.

También se celebraron el domingo elecciones parciales al Congreso. El FpV mantendrá la mayor bancada de la Cámara de Diputados, pero perdió la mayoría absoluta -al quedar con menos de 129 legisladores en una cámara de 257 bancas- y deberá enfrentar a una oposición también fragmentada en dos grandes bloques: el de Cambiemos y el de UNA. En el Senado aumentó su representación de 40 a 42 o 43 senadores, según algunos medios, y mantuvo la mayoría absoluta.

Mapa nacional

Cambiemos logró arrebatarle dos provincias al FpV, ambas, bastiones del peronismo: Buenos Aires y Jujuy. En esta última la victoria fue para el radical Gerardo Morales, que se presentó por la coalición Cambiemos y venció a Eduardo Fellner, gobernador de Jujuy y presidente del Partido Justicialista. El FpV perdió una tercera provincia, Chubut, donde se impuso el ex gobernador Mario das Neves (2003-2011) con el respaldo de la coalición local Chubut Somos Todos.

Sin embargo, el FpV logró mantener siete provincias que ya gobernaba (Catamarca, Entre Ríos, Formosa, La Pampa, Misiones, San Juan y Santa Cruz), mientras que en San Luis ganó Alberto Rodríguez Saá, el hermano de Adolfo (que fue candidato a la presidencia por Compromiso Federal), que gobernará por tercera vez esta provincia.

En Santa Cruz, la gobernadora electa fue Alicia Kirchner, hermana de Néstor, mientras que Máximo Kirchner, el hijo de la presidenta Cristina Fernández, fue electo diputado. En las elecciones para el gobierno provincial (que se rigieron según la ley de lemas) el FpV obtuvo 54,6% de los votos frente a 45,8% de Cambiemos. Dentro del FpV, Alicia recibió 67,5% de los votos, superando a su rival interno, el gobernador Daniel Peralta.

Máximo llegó a la Cámara de Diputados con 46,2% de los votos, algo menos que el candidato de Cambiemos, el radical Héctor Roquel, que obtuvo 49,3%. Justamente hacia Santa Cruz se dirigió ayer la presidenta -que no se pronunció sobre los resultados electorales- para estar junto a su familia hoy, en el quinto aniversario de la muerte de Néstor Kirchner.

Terminada la larga carrera electoral, excepto por el balotaje, el mapa argentino queda con sus 23 provincias distribuidas de la siguiente manera: 12 gobernadas por el FpV, tres por Cambiemos (Buenos Aires, Jujuy y Mendoza), una por el Frente Renovador de Massa y cinco por fuerzas locales. Además, Cambiemos gobernará la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Las otras dos provincias, Corrientes y Santiago del Estero, elegirán a sus gobernadores en 2017.

Mirando hacia delante

Tanto Scioli como Macri se dirigieron ayer a los votantes de los candidatos que quedaron fuera de la segunda vuelta para que les den su apoyo el 22 de noviembre. Los candidatos intentan conquistar ahora los votos de Massa (UNA, 21,3%), Nicolás del Caño (Frente de Izquierda y de los Trabajadores, 3,3%), Margarita Stolbizer (Progresistas, 2,5%) y Adolfo Rodríguez Saá (Compromiso Federal, 1,7%).

Scioli, que obtuvo 36,9% de respaldo, aseguró que los votantes progresistas y peronistas están “mucho mas lejanos” de Macri que de él en su “visión del país”, y agregó: “El problema lo tiene él, no lo tenemos nosotros”.

El candidato del FpV insistió en el concepto de que ahora la elección es entre dos modelos de país, “ya no es un partido contra otro”, y también recalcó que él fue el candidato más votado el domingo. Además, anunció que habrá un debate antes de la segunda vuelta. También lo hubo en la primera vuelta, pero él no participó.

Por su parte Macri, que llega a la segunda vuelta con 34,3% de los votos, instó a quienes no lo votaron a respaldarlo. “Estamos acá, estamos acá para representarlos, realmente, con humildad, con responsabilidad, con una profunda vocación de hacer”, dijo. Reiteró que Argentina vive “un cambio profundo” y que él va a trabajar para “incluir a más de 13 millones de pobres, darle tranquilidad a la clase media […] y derrotar al narcotráfico”.