Unas declaraciones del ministro del Interior, Florencio Randazzo, encendieron la interna del Frente para la Victoria (FpV), a tres semanas de la segunda vuelta electoral, en la que se enfrentarán el candidato del oficialismo, Daniel Scioli, y el de la coalición opositora Cambiemos, Mauricio Macri. Randazzo fue uno de los kirchneristas que se bajaron de su candidatura antes de llegar a las primarias. En una entrevista con MDZ Radio le preguntaron si se sentía reivindicado por presuntos comentarios de kirchneristas que afirman que si él hubiera sido el candidato, el FpV habría ganado en primera vuelta. Randazzo respondió que no, y agregó: “La presidenta [Cristina Fernández] ha decidido que el candidato sea Scioli y, bueno, los resultados están a la vista, ¿no?”.

Las críticas no se hicieron esperar. El gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, otro de los precandidatos que desistieron, aseguró que Randazzo “no compitió porque no quiso”. En el mismo sentido, el compañero de fórmula de Scioli, Carlos Zannini, dijo que “no hubo competencia porque Randazzo no se presentó”. “No quería competir; pretendía ser ungido por Cristina, y Cristina no ungió a nadie”, opinó.

Zannini también dijo que él estuvo en la reunión en la que Randazzo le dijo a Fernández que renunciaba a su candidatura y señaló como “llamativa” la coincidencia de las declaraciones de Randazzo con una fotografía en la que aparece abrazando al líder de la Unión Cívica Radical, Ernesto Sanz, aliado de Macri.