El partido de extrema derecha liderado por Marine Le Pen, el Frente Nacional (FN), triunfó ayer en la primera vuelta de las elecciones regionales en Francia, que se desarrollaron en pleno estado de emergencia tras los atentados del 13 de noviembre en Paris. Son las primeras elecciones territoriales en las que el país se divide en 13 regiones -y no en 22, como antes-, tras la reforma administrativa impulsada en 2014 por el presidente francés, François Hollande. Según los primeros resultados de encuestas a boca de urna, divulgados por el diario local Le Monde, el FN acaparó 30% de los votos, seguido por el partido de derecha del ex presidente Nicolas Sarkozy, Los Republicanos (LR), que obtuvo 27%, y el gobernante Partido Socialista (PS), que quedó tercero con 23% de apoyo. El partido de Le Pen fue el más votado en seis regiones, LR ganó en cuatro y el PS en dos. Se trata de un triunfo histórico del FN y una derrota de iguales dimensiones para los socialistas, que actualmente controlan todas las regiones de Francia salvo Alsacia, gobernada por LR.

Los principales líderes del partido ultraderechista, además, fueron los más votados en las regiones en las que se presentaron: Marine Le Pen ganó en Nord-Pas de Calais-Picardie, su sobrina Marion Maréchal en Provenza-Alpes-Costa Azul, y el número dos del FN, Florian Philippot, en Alsacia-Champagne- Ardenas-Lorena.

En su primera declaración tras conocerse los resultados, la líder ultraderechista manifestó: “El pueblo se ha expresado. Francia vuelve a levantar la cabeza”. Además, Le Pen señaló que su partido “es el único frente verdaderamente republicano” y llamó a todos sus “compatriotas” a votar por ella en la segunda vuelta, el domingo.

El portavoz del gobierno francés, Stéphane Le Foll, insistió en que la suma de los votos de la izquierda es mayoritaria -contando el apoyo al Partido Verde y al Frente de Izquierda-, pese a que el PS se situó como tercera fuerza política. El dirigente pidió la “unión de la izquierda”. Por su parte, Sarkozy advirtió que la derecha “ni se retirará ni se fusionará” con la izquierda para impedir el triunfo del FN, y dijo que los franceses “no obtendrán ninguna respuesta de un partido [el FN] cuya posición agravaría dramáticamente la situación de Francia”. El líder conservador insistió en que su partido es “la única alternativa posible”, y les dijo a quienes no votaron, especialmente los jóvenes, que “su silencio en las urnas no será una respuesta a su inquietud y su angustia”. La participación ayer se situó en 50,5%.

Los nuevos consejos regionales, que salieron reforzados después de la reforma, son responsables de la gestión educativa, la organización, planificación y financiación del transporte público, la formación profesional, las ayudas a las pequeñas y medianas empresas y la gestión medioambiental de cada territorio, entre otras cuestiones.

Estas elecciones regionales podrían cambiar el panorama político de Francia de cara a las elecciones presidenciales de 2017, ante el evidente crecimiento de un tercer actor en un sistema tradicionalmente bipartidista formado por socialistas y derechistas.