El Plan Juntos es una de las principales iniciativas del presidente José Mujica para su mandato, y su objetivo es solucionar el déficit habitacional. El financiamiento para esta iniciativa proviene del Estado y de donaciones por parte de la sociedad civil. “El uruguayo es solidario por naturaleza, es de buen corazón. Cuando hay compatriotas que están necesitados y la están pasando mal, y al uruguayo le sobra la plata, está de buen humor, y tiene tiempo al pedo, colabora”, aseguró el mandatario. Si bien se implementó hace ya cuatro años, el plan no alcanzó las metas que se había fijado en materia de construcción de viviendas. Es por eso que Mujica decidió darle un nuevo impulso y propuso que la gente aporte “dos o tres pesos” con el pago de sus facturas. “Sería una forma de que el pueblo uruguayo pueda demostrar su solidaridad pagando un dinero que tiene la obligación de pagar”. El mandatario comparó la situación “con lo que pasa cuando uno estaciona el auto, que le tiene que dar plata al cuidacoches porque no tiene más opción”.

Mujica aclaró que su propuesta incluye la posibilidad de que la gente pueda reclamar la devolución del dinero si no está de acuerdo con el aporte, pero esto no pondría en riesgo la viabilidad del plan, ya que “como somos los uruguayos no vamos a ir a buscar la plata jamás”. “Esto no quiere decir que estemos renunciando al espíritu voluntarista que inspira el Plan Juntos. Pero no está mal apostar un poquito a la falta de voluntad de la gente para construir un mundo mejor”, explicó. Y más adelante reflexionó: “Éste es el tipo de contradicciones brutales a las que se enfrenta la izquierda en el siglo XXI a la hora de transformar la sociedad. Por un lado, necesita que la gente ayude al prójimo por un espíritu caritativo de raigambre católica, y por el otro, es fundamental que el pueblo sea vago y no tenga ganas de hacer cosas. El camino hacia el socialismo es un enfrentamiento permanente entre este tipo de dilemas”.