Después de la operación militar Tormenta de Firmeza en Yemen, comienza otra: Devolución de la Esperanza. Así lo comunicó ayer en un comunicado la coalición liderada por Arabia Saudita, que anunció el fin de los bombardeos sobre territorio yemení. El objetivo de la operación Tormenta de Firmeza era detener a los rebeldes hutíes, que se levantaron en armas contra el gobierno de Abdo Rabu Mansur. A partir de ahora, manifestó el comunicado, se desplegará la operación Devolución de la Esperanza, cuyo objetivo es “reconstruir el país”. Sin embargo, fuerzas militares de la coalición árabe permanecerán en Yemen para enfrentar a los rebeldes, informó la agencia de noticias Efe.

Horas antes de este anuncio, el rey saudí Salman había ordenado que la Guardia Nacional -la fuerza de tierra mejor equipada del reino- se incorporara a las operaciones militares en Yemen. Se desconoce si con el anuncio del fin de los bombardeos esta orden sigue vigente.

El portavoz de la coalición, Ahmed al Asiri, dijo que la decisión de finalizar los bombardeos se debió a un pedido del presidente yemení, y recordó que esas acciones también se iniciaron a solicitud suya. Al Asiri informó que la coalición llevó adelante 2.415 bombardeos que destruyeron “todo el potencial militar” de los rebeldes, y por lo tanto puso fin a “las amenazas” contra la “seguridad regional”. El anuncio coincidió con la noticia de que 40 civiles yemeníes murieron ayer en dos bombardeos de la coalición.