-¿Cómo está ahora la situación en Erbil? El viernes hubo un atentado reivindicado por el grupo jihadista Estado Islámico (EI), y la agencia de noticias Efe informó que había sido dirigido contra el consulado estadounidense.

-El atentado ocurrió el día previo a mi llegada, cerca del consulado de Estados Unidos. Pero no podemos afirmar que haya sido ése el objetivo. La situación en Erbil es bastante estable. La ciudad estuvo bajo cierto riesgo hace un par de meses más o menos. Fue cuando EI desplegó una ofensiva muy fuerte hacia el norte de Irak en contra de las poblaciones kurdas y yazidíes. En ese momento, EI estuvo a algunos kilómetros de Erbil. Finalmente fue rechazado, pero la situación todavía no es estable. De cualquier manera, el norte de Irak, en cuanto a la estabilidad, la seguridad y la economía, es muy diferente al resto del país. Pero EI está presente como una amenaza fuerte y también hay refugiados que llegan del norte de Siria, de la parte kurda de Siria, que llegan al Kurdistán iraquí.

-¿Puede llegar a ser un problema la cantidad de refugiados que están llegando? ¿Cuántos refugiados hay?

-No son tantos como en Turquía o en Líbano, donde la cantidad de refugiados es enorme. Pero el número ha crecido mucho en los últimos ocho meses porque la ofensiva de EI ha abarcado los dos países. En la actualidad hay unos 250.000 refugiados en Irak, la amplia mayoría en el Kurdistán iraquí. Esto empezó en junio del año pasado, cuando EI tomó Mosul. Allí se apropió de una gran cantidad de armas, y de ahí lanzó una ofensiva hacia el norte de Siria y después hacia el norte de Irak, hacia el Kurdistán. Esto generó mucho movimiento de población, de poblaciones kurdas, cristianas, yazidíes que se desplazaron. Hay un desplazamiento en las dos direcciones: iraquíes que pasan a Siria y también sirios que pasan a Irak.

-La frontera está resultando muy porosa.

-Exactamente. Son fronteras que fueron establecidas después de la Segunda Guerra Mundial, sobre todo en los acuerdos entre los ingleses y los franceses, y ahora esta frontera entre Siria e Irak se ha vuelto muy porosa. Algunas zonas son controladas por EI, otras por las milicias kurdas, porque los kurdos tienen sus propias organizaciones militares. La parte norte de la frontera siria-iraquí es controlada más bien por la milicia kurda, que fue la que evitó la toma de Erbil por EI hace unos meses. También hay un elemento a tener en cuenta y es que aquí, en Erbil, hay una prosperidad económica bastante grande. Si bien el tema de los refugiados es un problema, aquí hay mucho petróleo y la ciudad vive una especie de boom.

-Reportajes en Erbil mostraban hace unos meses una ciudad muy moderna, donde se está construyendo mucho, con una juventud que sale y vive como si no pasara nada. ¿Sigue así ahora?

-Mucha gente comenta que Erbil es el nuevo Dubái. Todavía está lejos de ser Dubái, pero es impresionante lo que se construye, las torres. Esto es consecuencia de la renta petrolera. Y la vida sigue. Hace unos meses, cuando vino la amenaza de EI, la gente se puso muy inquieta e incluso muchos salieron de la ciudad por unos días, pero después volvieron, y ahora podés ver que hay mucha prosperidad económica. Los precios son muy altos. Cuando llegué al aeropuerto de Erbil quedé muy sorprendido, porque era como llegar a un aeropuerto en Suiza: la infraestructura es muy moderna. Son esos contrastes de la guerra: por un lado en Erbil encontrás mucha prosperidad y un gran desarrollo económico, y por otro está la presión de EI, con una tendencia absolutamente premoderna y medieval.

-¿Cómo es la situación de la seguridad en Erbil?

-Hay que tener en cuenta que el frente de batalla no está tan lejos. Eso genera una sensación de riesgo. Por un lado hay bastante prosperidad y la vida sigue, pero por otro hay riesgos; entonces las medidas de seguridad son muy, muy grandes. Por ejemplo, ahora estoy en un hotel y para entrar tengo que pasar por dos detectores de metales. La ONU tiene un complejo que está muy, muy, muy vigilado. Hoy estuve en varios consulados de países occidentales donde las medidas de seguridad son muy fuertes. Hay una sensación de alerta siempre.

-¿La situación de la población cristiana en la región es lo más inquietante?

-Sí. Ha habido desplazamientos de población cristiana, persecución de cristianos por EI, asesinatos de cristianos. Pero EI también ha sido muy duro con musulmanes, algunos de origen kurdo. Esto realmente es inexplicable, porque los kurdos no son una religión, son un grupo étnico distinto al de los árabes, con un idioma distinto.

-Entre los kurdos hay musulmanes, cristianos y fieles de otras religiones.

-Exactamente. Hay cristianos, la minoría. Incluso hay algunos judíos kurdos, un muy pequeño grupo. Por ejemplo, aquí, en Erbil, hay iglesias cristianas. También hay kurdos que son [musulmanes] sunitas y otros que son chiitas. La mayoría es sunita y EI ha atacado a los musulmanes kurdos, por ser kurdos. EI también ha atacado a árabes chiitas, y a árabes sunitas en cierta medida.

-¿Cómo hacen para saber si están frente a un musulmán sunita, chiita o un kurdo? Hay relatos de que para saberlo los hacen recitar capítulos del Corán.

-Eso ha pasado. Yo he sabido de puntos de control que establece EI en las carreteras. A veces la gente pasa y les hacen recitar el Corán para ver si son musulmanes o no.

-¿Y para saber si son sunitas o chiitas?

-Rezan de manera distinta. Pero también es cierto que en Medio Oriente hay pueblos que son mayoritariamente sunitas o chiitas o cristianos. Muchas veces las religiones se agrupan por pueblos. Entonces saben, al llegar a un lugar geográfico, si son más sunitas, chiitas o cristianos. La gente del lugar sabe. También, muchas veces, lo saben por el nombre. Por ejemplo, George es muy usado por los árabes cristianos, Alí o Hussein es muy común entre árabes chiitas. El peso de la tradición es muy grande, y a veces la gente se identifica por el nombre, el lugar donde vive, y a esto se suman los rumores, la gente que dice que aquél es sunita o chiita.

-¿Las atrocidades cometidas por EI son tal como las que informan los medios internacionales?

-Las atrocidades del EI son como se han pintado internacionalmente. Cuando llegan a determinados lugares se producen desplazamientos y éxodos masivos de población que escapa de esas atrocidades.

-¿Cuál es la situación actual del barrio de refugiados palestinos Al Yarmuk, en la zona de Damasco?

-Era un campamento de refugiados palestinos que en realidad es un barrio. Hubo un campamento hace probablemente unos 50 años y después se convirtió en un barrio más de Damasco. Fue controlado por un grupo de opositores a [el presidente sirio Bashar] Al Assad hace ya más de dos años, cuando la crisis comenzó [en 2011], y entonces el Ejército lo rodeó. Ha sido muy difícil el ingreso de ayuda humanitaria a esa zona. También es muy difícil sacar a la gente de allí, porque el Ejército no lo permite. En las últimas semanas EI tomó el control de parte de esa zona. La situación todavía está muy inestable. Dentro del barrio hay diferentes facciones de palestinos luchando entre sí.

-¿En el aspecto humanitario cuál es la situación?

-La situación es terrible. Terrible, desde el punto de vista humanitario. No es de ahora, es de hace tiempo. Por un lado, el Ejército no deja entrar ayuda humanitaria. La última vez que entró fue a principios de abril. El barrio está absolutamente cercado. Imaginate un barrio de Montevideo completamente cercado por un Ejército, no se permite ayuda humanitaria adentro, a la gente no se la deja salir y además están EI y otros grupos más peleándose entre ellos, con la población civil en el medio. Es una situación terrible, y es sólo un ejemplo. Hay barrios, pueblos enteros que han sido rodeados militarmente. Adentro hay combates, y a la población civil, a las mujeres, a los niños, no los dejan salir. Es lo que nosotros llamamos las comunidades sitiadas. Lamentablemente ha sido una táctica de guerra.

-¿Es una táctica que usa el gobierno sirio?

-No solamente. También ha sido usada por EI y por la oposición. Pero el gobierno la ha usado mucho.

-¿Qué más podría decir sobre la situación de la población civil en la región, de los refugiados?

-Una cosa es la población refugiada, que son los que salen del país, sirios que cruzan la frontera o iraquíes que cruzan la frontera. Eso es lo que la ONU considera refugiados. El desplazado es el que deja su lugar de vida, su lugar de residencia, pero no cruza la frontera. Imaginate que vos estás en tu casa con tu familia y empieza a haber combates enfrente a tu casa y tenés que salir con lo puesto, agarrar a tus hijos, tu familia y salís corriendo a buscar algún lugar para vivir, sin alimentación, sin techo. La dimensión del drama es terrible. Pero además de eso, en Siria, para tener en cuenta el tamaño del problema, había más o menos 20 millones de personas antes de la crisis. Si uno suma los que se fueron del país (3,9 millones) y los que se escaparon y se mantienen dentro de Siria, se trata de la mitad de la población. La mitad de la población tuvo que escaparse de la violencia, tuvo que buscar un medio de vida, un lugar donde vivir.

-Además, en una situación en la que muchos de ellos perdieron familiares, y están traumatizados.

-Claro. Las casas fueron destruidas, vivieron situaciones terribles, bombardeos y violaciones de todo tipo. Estamos hablando de la mitad de la población, y eso explica por qué lo que ocurre en Siria es más grave que en cualquier otro conflicto que se ha visto en la época contemporánea, es una de las situaciones más trágicas. Además de los que se han desplazado, hay otra gente que ha logrado mantenerse donde vive pero no tiene trabajo, ha sido herida o tiene familiares muertos. El problema no es sólo el de los desplazados y los refugiados. Ésa es la mitad de la población que tenía Siria, y eso te da la pauta de la tragedia que se está viviendo.

-¿Cuál es el trabajo que están haciendo ustedes para tratar de aliviar esa situación?

-Lo que hacen la ONU y otras organizaciones internacionales es tratar de aportar ayuda en cosas básicas, como alimentación, salud, vivienda, educación, cubrir las necesidades básicas de un desplazado o un refugiado. Es en eso que la ONU intenta ayudar. Esto implica poder llegar a las zonas en las que los desplazados y los refugiados están viviendo, y para poder llegar a esos lugares, que muchas veces son zonas de guerra, hay que negociar lo que nosotros llamamos “acceso humanitario”. Eso implica negociar en forma permanente con los grupos armados o con el gobierno.

-Ustedes son rehenes de las partes en conflicto, dependen de ellos para poder entregar la ayuda.

-Claro. Lamentablemente, los principales afectados son los civiles, y ésa es una característica de las nuevas guerras, no sólo en Siria sino también en muchos lugares de África o de Asia. Los principales afectados son los civiles, que quedan en el medio de diferentes facciones militares. Entonces la mayor cantidad de los muertos no son soldados, sino que son civiles.

-¿Cuál es hoy el aspecto más relevante a denunciar e informar?

-Uno de los puntos más importantes es lo que te decía de las comunidades sitiadas por el Ejército o los grupos armados, ahí es donde está la situación más grave.

-¿Cuáles son las zonas sitiadas, además de Al Yarmuk?

-Tenemos algunas zonas en la periferia de Damasco; una es una zona grande que se llama Guta, que también ha sido cercada por el Ejército. También hay una zona en la frontera entre Siria e Irak, que se llama Dar el Zor, cercada por EI. Ésa es una de las principales preocupaciones que tenemos. También hay un pueblo chiita [la rama del islam de la que forma parte el presidente Al Assad] cercado por la oposición [de mayoría sunita], Nubla. La otra gran preocupación que tenemos es el acceso a las zonas controladas por EI, sobre todo en el centro-norte de Siria.

-Eso implica un problema de seguridad para los trabajadores de la ONU.

-Exactamente. Entrar a esas zonas se hace muy difícil.

-¿Están logrando entrar a algunas zonas pese a todo esto?

-Sí, se entra a algunas zonas en las que está EI, pero no es muy regular, todavía falta mucho más. Otra preocupación son los bombardeos.

-¿Los bombardeos de la coalición occidental o del gobierno sirio?

-Fundamentalmente del gobierno. Por ejemplo, se ha hecho mucho eso en Alepo.

-¿Hay algo más que usted considere que hay que destacar?

-Hay una cosa que siempre conviene resaltar en la tragedia de Siria e Irak, y es que además de la cantidad de muertos, de heridos y desplazados, del daño a la economía, otro gran problema de esa guerra es la destrucción del patrimonio histórico, porque ésta ha sido la cuna de la civilización, es uno de los lugares en los que surgió una de las primeras civilizaciones. EI ha destruido muchos restos arqueológicos, pero los otros grupos han hecho también mucho daño. Por ejemplo, Alepo era una ciudad espectacular, con un centro histórico muy valioso que ha sido absolutamente dañado. Entonces tenemos también la destrucción de la historia y de la cultura.

-Es una historia y una cultura de la humanidad, no sólo de Siria o de Irak.

-Sin duda. El centro histórico de Alepo era considerado patrimonio histórico de la humanidad. El mercado de Alepo era el mercado más antiguo del mundo en funcionamiento y fue casi destruido, fue quemado.