Juan Manuel Santos hizo ayer dos anuncios que muestran su voluntad de dar prioridad al proceso de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) iniciado en 2012. El presidente colombiano informó que hará “una especie de enroque” entre su ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, y el embajador en Estados Unidos, Luis Carlos Villegas. De este modo, sale del gabinete un fuerte defensor de las políticas de seguridad contra los grupos guerrilleros, muy alineado con el discurso militar, y entra un diplomático con experiencia en negociación, incluso con las FARC.

El presidente le agradeció a su “compañero” Pinzón, que fue su subsecretario cuando estuvo al frente del Ministerio de Defensa, de 2006 a 2009, y dijo que fue el propio ministro quien le pidió cambiar de tarea después de cuatro años en el cargo. Pinzón es considerado un defensor de la acción militar contra las guerrillas, y sus críticos lo acusan de defender a los militares, incluso a los que cometieron abusos, informó la agencia de noticias Efe. “Él creció en los cuarteles, siente las Fuerzas Armadas como propias por su familia, por su tradición”, dijo Santos.

Ayer Pinzón llamó a apoyar “el esfuerzo” del presidente por alcanzar la paz, pero aclaró que ésta “no puede ser en ningún caso un camino alternativo para que alcancen el poder quienes han ejercido la violencia”.

Al igual que Villegas, Pinzón es economista especializado en políticas públicas, pero el ministro saliente y el entrante tienen perfiles muy distintos. Durante varios años Villegas trabajó como empresario en el ámbito privado, del que se fue en 2012 para integrarse al equipo negociador del gobierno en el diálogo con las FARC en representación del sector empresarial. Tiempo después, en 2013, dejó esa tarea y asumió como embajador en Washington. Antes había sido consejero económico de la embajada de su país en Francia y subsecretario de Relaciones Exteriores, entre los varios puestos que ocupó en el Estado.

Villegas, además, participó en las negociaciones de paz con las FARC que promovió el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002), que no prosperaron. A diferencia de aquéllas, el diálogo actual en La Habana sigue su curso, y se vio reforzado por este “enroque” de Santos, y también por la decisión del presidente de sumar a su canciller, María Ángela Holguín, así como al empresario Gonzalo Restrepo, al equipo negociador del gobierno.

Santos dijo que se trata de “dos personas de reconocida trayectoria, seriedad y responsabilidad con el país”, y agregó: “Éste es un esfuerzo de todos por el bien de todos, y los negociadores viajan a La Habana con instrucciones precisas de avanzar. Espero que así sea”.