El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, es “bueno para acompañar, no para liderar”, tiene “doble discurso” y “le falta el respeto” a la presidenta argentina, Cristina Fernández. Ése es el mensaje que reitera cada vez que puede su rival en la interna kirchnerista, Florencio Randazzo, mientras que Scioli, que encabeza las encuestas, lo ignora.

“Mi cara a cara es con [Mauricio] Macri”, dijo Scioli a Jorge Rial, en la radio argentina La Red, hace dos semanas. Ésa es la línea que mantiene respecto de la interna del gobernante Frente para la Victoria. Para Scioli, su rival es el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires y líder del partido Propuesta Republicana, que encabeza junto a él las encuestas de intención de voto para el 25 de octubre.

Sin embargo, Randazzo está empecinado en dar la batalla interna, en la que Scioli tiene ventaja según las encuestas para las primarias del 9 de agosto. El ministro de Interior y Transporte representa a muchos kirchneristas que rechazan a Scioli.

Éste se cuida desde hace tiempo de entrar en ese juego, pero en marzo su jefe de gabinete en la provincia, Alberto Pérez, se encargó de responder. “Randazzo se está equivocando, porque está cuestionando a un hombre que fue elegido por [el ex presidente] Néstor Kirchner para ponerlo en la fórmula en 2003, que fue un binomio ejemplar de la historia argentina”, dijo a Rial en marzo. “Nadie debe colgarse de nadie para ser candidato. Sí de las políticas que generaron Néstor y Cristina Kirchner, pero no de las polleras”, agregó.

Ahora que la interna se redujo a ellos dos, los ataques son cotidianos. Un episodio que se destacó fue cuando Randazzo dijo ante intelectuales de la organización kirchnerista Carta Abierta: “Decidí ser candidato en 2013 porque habíamos perdido la elección, Cristina [Fernández] no tenía posibilidad de ser reelecta y el proyecto se quedaba manco”. Esta última palabra generó risas en la asistencia, porque a Scioli le falta un brazo. Aunque luego el ministro aclaró que la referencia no había sido intencional, pocos se lo creyeron.

La esposa de Scioli, Karina Rabolini, se quejó: “No te podés reír de la desgracia de alguien. Me parece horrible lo que hizo. Además, no hay persona más íntegra y completa que Daniel”. Randazzo insistió y le respondió. “Se largó a llorar y hace una semana estuvo en lo de [Marcelo] Tinelli, donde lo imitaba [a Scioli] un manco que le tocaba la cola [...] y no la vi llorar”, dijo.

En una entrevista que el diario Página 12 publicó el domingo, Randazzo dijo que “hay dirigentes kirchneristas que se inquietan por el voltaje de las críticas a Scioli”, que quienes se preocupan por eso son “oportunistas”, y que él está debatiendo ideas. También reiteró sus principales argumentos contra su rival. Recordó que fue ministro de Carlos Menem y que está donde está gracias a Kirchner. “Cuando dicen que Scioli sacó tantos votos en la provincia, no importa, porque en realidad el presidente pone al gobernador”, aseguró.

“Me siento en mejores condiciones que Scioli en materia de derechos humanos, de emancipación de la política respecto de la posición de los fondos buitres, en la pelea con los multimedios”, insistió, y destacó una vez más su mayor afinidad con la línea kirchnerista, a la que Scioli está acercando su discurso últimamente. Antes había reiterado sus ataques al gobernador debido a declaraciones de uno de sus asesores. Según el diario La Nación, volvió a decir que algunos candidatos “incluso se han manifestado a favor de pagarles a los fondos buitres, como el gobernador Scioli, quien por intermedio de su economista Miguel Bein mandó a decir que hay que pagar el fallo de Griesa con una quita de 30%”.

En la entrevista publicada el domingo se había preguntado “¿Cuál es el verdadero Scioli?”, el que apoya la gestión del actual ministro de Economía, Axel Kicillof, muy cercano a la presidenta, o el que recibe consejos de Bein. Al respecto, Scioli había aclarado el sábado: “Puedo escuchar opiniones de economistas, especialistas en minería, energía y agroalimentos, pero las decisiones finalmente las tomo yo. Hoy la política es la que conduce la economía”.