Dos bombas explotaron ayer en la capital colombiana, en oficinas de la empresa Porvenir, una especie de AFAP, y dejaron ocho heridos leves. Uno de los explosivos detonó en una oficina del centro financiero de Bogotá, en la calle 72, y causó destrozos. Según informó la agencia de noticias Efe, rompió los vidrios del local e hizo temblar los de otros edificios de la zona. La otra oficina atacada se encuentra en Puente Aranda, una zona industrial.

Antes de cada explosión, una llamada anónima permitió evacuar las oficinas, una de las cuales atendía público. La primera detonación fue la de un paquete sospechoso que los empleados de seguridad encontraron después de recibir la llamada. En la segunda oficina, los explosivos fueron colocados en un maletín. De acuerdo con la revista Semana, había anoche algunos datos acerca de un tercer artefacto explosivo que fue desactivado en la zona de Chapinero, en otro punto muy transitado de Bogotá.

Humberto Guatibonza, comandante de la Policía de Bogotá, dijo que estaba “claro” que los ataques fueron dirigidos contra la empresa Porvenir, y que otras de sus oficinas también fueron desalojadas. En cambio, no estaba claro quién era el responsable ni sus motivaciones.

Debido a estos atentados, se anunció que el presidente Juan Manuel Santos regresaría antes de lo previsto a Colombia, después de participar anoche en la X Cumbre de la Alianza del Pacífico en Paracas, Perú.