La salida temporal de Grecia de la zona euro quedó planteada como una posibilidad en el documento presentado ayer por el Eurogrupo (integrado por los ministros de Finanzas de la zona euro, el presidente del Banco Central Europeo y el Comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios). La mayoría de los analistas y periodistas europeos coincidían ayer en evaluar ese documento -que estudiaban anoche los jefes de Estado de los 19 países que usan el euro- como “humillante” y “cruel” por las exigencias que plantea. El diario alemán Der Spiegel lo llamó “el manual de crueldades”.

El viernes, cuando el gobierno griego de Alexis Tsipras presentó el detalle de sus reformas, se planteó la duda sobre la utilidad que tuvo el referéndum en el que los griegos votaron en contra de la propuesta europea. Las dudas se debían a que las reformas que Atenas ofreció ese día -y que validó el Parlamento el sábado- van más allá, en algunos puntos, que lo que exigía Bruselas para rescatar a Grecia.

El Ejecutivo griego argumentó que era crucial la renegociación de la deuda, la cual esperaba poder poner en manos del Mecanismo Europeo de Estabilidad y ya no del Fondo Monetario Internacional. También destacó que esta propuesta aumenta el impuesto a los más ricos y que evita bajar los sueldos, aunque sí incluye el aumento del IVA y las reformas a las pasividades. De todos modos, las concesiones de Atenas -excesivas para muchos- no fueron consideradas suficientes por Alemania, que lidera un grupo de países del norte de Europa que desconfían del gobierno de Tsipras.

Desde el viernes había manifestaciones en Grecia en contra de las nuevas medidas de austeridad que se perfilan en el horizonte griego, mientras que el Eurogrupo pedía que el Parlamento griego aprobara reformas antes del miércoles.

Uno de los planteos más polémicos del texto del Eurogrupo es la propuesta alemana de crear un fondo fiduciario (fuera de Grecia) integrado por activos públicos griegos que valgan unos 50.000 millones de euros, con el objetivo de ir privatizándolos para reducir la deuda. Éste era uno de los puntos pendientes de negociación anoche.

Según informaron periodistas europeos en redes sociales, en una reunión, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, le plantearon a Tsipras que se trataba de optar entre salir del euro o aceptar que su país quede bajo “tutela” de las instituciones europeas.

Anoche, el equipo de Tsipras intentaba negociar contrarreloj para lograr por lo menos un principio de acuerdo que sirva de base al Banco Central Europeo. Éste debía aumentar hoy las líneas de liquidez de emergencia para los bancos griegos, que aplican un corralito desde hace dos semanas.