Espinosa, de 31 años, fue asesinado junto a cuatro mujeres en un apartamento en México DF. Entre ellas estaban la activista de 32 años Nadia Vera, originaria de Chiapas, y la estudiante de 18 años Yesenia Quiroz. Se sabe menos de las otras dos mujeres, una colombiana identificada como Nicole, de 29 años, que también vivía en el apartamento y la trabajadora doméstica, de 40 años.

El fotógrafo, que había cubierto en particular la actividad de movimientos sociales, trabajaba para la revista mexicana Proceso, el medio digital AVC y era corresponsal de la agencia fotográfica Cuartoscuro. En una entrevista que le hizo en julio el medio español Cuerdos de atar, Espinosa denunció amenazas y ataques en Veracruz. Dijo que por “sentido común” abandonó su ciudad y se refugió en la capital. Recordó que 13 periodistas habían sido asesinados desde que Javier Duarte es el gobernador del Estado, que otros cuatro estaban desaparecidos, y que si no se equivocaba había “17 autoexiliados”. Había dicho: “No estás seguro ni en tu casa y se pueden meter a matarte, y nadie va a hacer nada alrededor, por temor a perder la vida también”. También Vera había denunciado hace ocho meses que su seguridad estaba en peligro, y había responsabilizado a Duarte de lo que pudiera ocurrirle.

La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal sigue la pista de tres personas que aparecen en las imágenes de cámaras de seguridad saliendo del apartamento. Citado por el diario británico The Guardian, Darío Ramírez, director del grupo mexicano Artículo 19, activista por la libertad de prensa, aseguró que los cuerpos tenían huellas de tortura y abuso sexual.

Tanto dentro como fuera de México crece la presión para que el crimen se investigue desde la óptica política, aunque la Fiscalía dijo que no descarta ni siquiera la posibilidad de un robo, o de un crimen que tuviera como objetivo a alguna de las cuatro mujeres.

El gobernador Duarte dijo en Twitter que ordenó a la Fiscalía de su estado que colabore con la de ciudad de México. También señaló que en esa dependencia ni Espinosa ni Vera presentaron “denuncia alguna”. Si esa denuncia hubiera existido, podría permitir que la Fiscalía especializada en Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión se hiciera cargo del asunto. Según la revista Proceso, en 2013 el fotógrafo sí denunció una paliza que recibió por parte de policías cuando cubría una protesta de maestros.

Pedro Valtierra, director de Cuartoscuro, dijo a la agencia Efe que Espinosa le contó la semana pasada que lo perseguían también en el DF. Pero por el momento, las manifestaciones para que no quede impune otro crimen contra un periodista no tuvieron éxito.