Después de un domingo dedicado a informar sobre el eclipse de la luna roja, la NASA anunció ayer noticias sobre el planeta del mismo color: “Marte acaba de volverse más interesante”, publicó la cuenta de Twitter de la agencia espacial estadounidense, y no tardaron en aparecer bromas y teorías sobre el hallazgo de extraterrestres. Pero no fue vida marciana lo que encontró (aún) la Mars Reconnaissance Orbiter -una nave no tripulada que costó 750 millones de dólares y que despegó en 2005-, sino señales de minerales hidratados y surcos en la arena, “fuertes evidencias” de que hay agua en estado líquido en el planeta. Ya en 2002 se había confirmado la existencia de enormes reservas de hielo bajo la superficie y pozos que podrían ser océanos secos, pero el descubrimiento de ayer generó un nuevo entusiasmo en la comunidad científica.

“Es posible que haya vida hoy en Marte”, dijo ayer John Grunsfeld, jefe del departamento de ciencia de la NASA, en una conferencia de prensa en Washington DC. Mary Beth Wilhelm, del Centro de Investigaciones de la agencia, fue más allá: “Los resultados apuntan a que hay mayores condiciones de habitabilidad en la superficie de Marte que las que pensábamos”. Con los nuevos datos a la vista, los científicos están trabajando en una nueva misión para buscar específicamente vida en el agua, pero hay que esperar: la sonda recién está en etapa de diseño, y su despegue está programado para 2020.