El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció un alto el fuego en Siria entre los grupos de la oposición armada y el gobierno. La tregua comenzó a partir de la medianoche de ayer. En una reunión con su gabinete, Putin explicó que se firmaron tres documentos. El primero establece el cese del fuego entre el gobierno y la oposición en todo el territorio de Siria; el segundo detalla las medidas que el gobierno debe seguir para controlar el cese de hostilidades; y en el último, las partes afirman estar dispuestas a comenzar conversaciones de paz para encontrar una solución al conflicto, previstas para el mes que viene en la capital de Kazajistán.

“Comprendemos muy bien que todos los acuerdos alcanzados son muy frágiles, exigen suma atención y paciencia, actitud profesional y un constante contacto con nuestros socios en la región”, dijo Putin ayer. El mandatario anunció además que reduciría la presencia militar de su país en Siria. La tregua llega una semana después de que Rusia, Irán y Turquía, reunidos en Moscú, se manifestaron a favor de respaldar un acuerdo de paz y se comprometieron a ser los “garantes” del cese del fuego.

Por su parte, el Ejército sirio aseguró que frenaría los combates en todo el país, pero aclaró que serán excluidos de la tregua el grupo yihadista Estado Islámico (EI), los militantes del ex Frente al Nusra (una organización que estuvo vinculada con Al Qaeda) y otros grupos a los que identificó como “terroristas”.

Del lado de la oposición, la Coalición Nacional Siria dijo que apoya el acuerdo y, en declaraciones a la agencia de noticias AFP, llamó a todas las partes a “que se sometan a él”. La Comisión Suprema para las Negociaciones, en tanto, aceptó el alto el fuego pero pidió que sea “global y no parcial”.

El canciller ruso, Serguéi Lavrov, dijo que Arabia Saudita, Catar, Egipto, Jordania e Irak también serán invitados a sumarse a la reunión en Kazajistán. “Y, por supuesto, invitamos a los representantes de la ONU. Eso permitirá garantizar la continuidad del proceso político teniendo en cuenta los marcos establecidos en la resolución 2254 aprobada por el Consejo de Seguridad”, agregó. Por el momento, Estados Unidos quedó excluido de este acuerdo, aunque Lavrov dijo que la situación podría cambiar cuando Donald Trump asuma la presidencia.