Renzi enfrentó las cámaras una hora después de que los principales medios italianos dieran a conocer los sondeos a boca de urna sobre el referéndum de ayer e informaran que las propuestas del primer ministro habían sido rechazadas por los italianos. La consulta se refería a varias reformas, entre las cuales figuraban la eliminación de la Cámara de Senadores y la modificación de la relación entre el gobierno central y los de las provincias.

“No hemos resultado convincentes con esta reforma. Lo siento, pero nos vamos. Como era claro desde el principio, mi experiencia de gobierno finaliza aquí”, dijo Renzi anoche. El primer ministro afirmó que deja el cargo “con un nudo en la garganta”, y agregó: “Quería recortar bancas, pero no lo he logrado. La silla que cae es la mía”.

El canal público de televisión, la RAI, informaba anoche, citando sondeos a boca de urna, que el No había obtenido entre 54% y 58% de apoyo, mientras que la cadena privada Mediaset estimaba que había recibido entre 55% y 59%. El Ministerio del Interior informó que la participación fue de 69%, mayor que la del último referéndum en el que votó toda Italia, el que rechazó la energía nuclear en 2011, en el que participaron 55% de los habilitados. El escrutinio de 50% de los votos confirmaba anoche la tendencia de las encuestas.

Renzi llegó al cargo de primer ministro sin pasar por las urnas, como consecuencia de la renuncia de su antecesor, y cuando convocó la consulta de ayer adelantó que se retiraría del cargo si su propuesta no era aprobada. El referéndum puso en alerta no sólo al gobierno de Italia sino también a la Unión Europea, que ve a ese país convertirse en una nueva fuente de inestabilidad, que se suma a las que representan el brexit y la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos.

La renuncia de Renzi seguramente desemboque en unas elecciones anticipadas en las que es poco probable que vuelva a ganar el centroizquierdista Partido Democrático, que, actualmente, es el único que defiende la permanencia en la zona euro y en la Unión Europea en las actuales condiciones.

Después de que se conocieran los resultados de los sondeos a boca de urna, el partido derechista Forza Italia y la ultraderechista Liga Norte exigieron la renuncia de Renzi y la convocatoria a elecciones anticipadas. El líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, dijo que si se confirma el rechazo a las reformas propuestas por el gobierno “sería una gran victoria de los ciudadanos y Renzi tendría que dimitir en los dos minutos siguientes para ir enseguida a las elecciones”. Espontáneamente se reunieron unas pocas decenas de personas en la puerta del Palacio Chigi, la sede de gobierno, para pedir la renuncia de Renzi con carteles que decían: “Salvini, primer ministro”.