La visita de Abe es la primera de un primer ministro japonés a esa base naval que fue bombardeada por Japón en diciembre de 1941 y que marcó la entrada de Estados Unidos en el conflicto bélico mundial. Antes que él, durante la década del 50, los primeros ministros Shigeru Yoshida, Ichiro Hatoyama y Nobusuke Kishi -abuelo del propio Abe- hicieron sus visitas a Pearl Harbor, pero en ningún caso fueron oficiales y públicas, como la de ayer.

“Yo te doy la bienvenida aquí con el espíritu de la amistad. El pueblo de Japón siempre me ha dado la bienvenida a mí”, dijo Obama a Abe, ante el USS Arizona Memorial, que recuerda a los más de 1.000 marinos muertos en el acorazado que llevaba ese nombre. “Hay más que ganar en paz que en guerra. La reconciliación recompensa más que el castigo”, agregó, según citó la agencia Efe. Junto a Obama, Abe afirmó: “Como primer ministro japonés, ofrezco mis sinceras y eternas condolencias a las almas de aquellos que murieron aquí, así como a los espíritus de los valientes hombres y mujeres cuyas vidas tomó una guerra que empezó en este lugar”, y a los “inocentes que se convirtieron en víctimas de la guerra”. Agregó: “Nunca más debemos repetir los horrores de la guerra. Esta es una promesa solemne que hemos adoptado quienes componemos el pueblo de Japón”.

Obama dijo que la alianza de Estados Unidos con Japón “nunca ha sido más fuerte” que ahora, después de las palabras de Abe.

Ya a principios de diciembre, el gobierno japonés adelantó que Abe rendiría homenaje a las víctimas, pero que no pediría perdón. Tampoco Obama lo hizo cuando visitó el Parque de la Paz de Hiroshima, construido en el epicentro de la explosión atómica. En su lugar, el presidente estadounidense pronunció un discurso emotivo en el que recordó a las víctimas, reflexionó sobre la fuerza “terrible” del hombre desatada en un pasado “no tan distante” e instó a los gobiernos a trabajar juntos en un mundo sin armas nucleares. La posición de Obama en su momento fue tan justificada como criticada. Antes de viajar a Hiroshima, Obama dijo que su visita no incluiría una disculpa porque “es importante reconocer que en medio de una guerra los líderes toman todo tipo de decisiones”.

El primer ministro japonés, durante esta visita a Estados Unidos, hizo una ofrenda floral, a la que se refirió anoche: “Arrojé flores en nombre del pueblo japonés sobre las aguas en las que duermen los marineros y marines. [...] Escuchando y enfocando mis sentidos a través de la brisa y las olas, puedo casi discernir las voces de esos tripulantes [...]; al contemplar esa solemne realidad, me he quedado completamente sin palabras”.