Ayer un atentado reivindicado por el grupo jihadista Estado Islámico causó alrededor de 50 muertos en Siria, mientras en Ginebra se prepara el escenario para las negociaciones entre representantes del gobierno del presidente Bashar al Assad y la oposición, que serán mediadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El ataque tuvo lugar en el barrio donde se encuentra la principal mezquita chiita del país, Al Saida. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó que murieron 58 personas, entre ellas 25 milicianos chiitas fieles al régimen de Al Assad, pero la agencia oficial de noticias siria, SANA, informó que el atentado causó la muerte de 45 personas y dejó a otras 40 heridas.

En tanto, en Suiza, las conversaciones por la paz están retrasadas y se anticipa un diálogo tenso. La oposición pidió al gobierno sirio el acceso de ayuda humanitaria a las áreas bajo cerco militar, el cese de bombardeos y la liberación de presos políticos antes de iniciar formalmente las negociaciones, según indicó la agencia Efe. El jefe de la delegación oficial, Bashar Jafaari, dijo que el gobierno está considerando medidas similares, pero que es necesario que su adopción sea resultado de las negociaciones y no una condición previa.

El negociador designado por la ONU, Staffan de Mistura, visitó ayer a la delegación de la oposición siria para darle la bienvenida a Ginebra. Según la agencia de noticias Reuters, De Mistura presentó a la delegación una propuesta sobre el inicio de las conversaciones que fue bien recibida.

Formalmente las conversaciones comenzarán hoy, cuando los mediadores de la ONU se reúnan primero con la delegación gubernamental y después con la opositora.