Un atacante suicida causó ayer la muerte de 69 personas e hirió a más de 100 en un ataque a un hospital de la ciudad paquistaní de Quetta, en la provincia de Baluchistán, en el suroeste del país, informaron las agencias de noticias Reuters y Efe. El atentado fue cometido cuando más de un centenar de personas -en su mayoría abogados y periodistas- estaban presentes en la sala de emergencias del hospital debido a la muerte de un prominente abogado que había recibido un disparo el día anterior. “Hay muchos heridos, de modo que el número de muertos podría aumentar”, declaró Rehmat Saleh Baloch, ministro de Salud de la provincia.

El grupo jihadista Estado Islámico reivindicó ayer el ataque en un comunicado publicado por la agencia de noticias Amaq, vinculada con esa organización. Manifestó que el atacante detonó los explosivos que llevaba con él “en medio de personal del Ministerio de Justicia y de la Policía pakistaní en la ciudad de Quetta”.

Más temprano, Jamaat ul Ahrar, una facción del talibán paquistaní, Tehrik-e-Taliban Pakistán, se había atribuido la responsabilidad por el ataque en un correo electrónico, aunque antes este mismo grupo ha reivindicado como suyos atentados que no cometió. El gobierno de Estados Unidos añadió a Jamaat ul Ahrar a su lista de grupos terroristas el 4 de agosto, en una decisión que fue aplaudida por el gobierno paquistaní.

Numerosos abogados han sido blanco de atentados últimamente en Quetta, capital provincial de Baluchistán, una zona que tiene un historial de violencia de grupos armados y movimientos separatistas. Los talibanes paquistaníes, aliados de los que operan en Afganistán, luchan para derrocar al gobierno de Islamabad y aplicar en el país una interpretación estricta de la ley islámica.