La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, anunció ayer una serie de cambios en el sistema jubilatorio privado que incluyen el aumento de los aportes de los empleadores, la creación de una Administradora de Fondos de Pensiones (AFP) pública y la devolución de las comisiones cobradas por las administradoras si un afiliado obtiene rentabilidad negativa. La mandataria hizo el anuncio el martes en cadena de radio y televisión, y dijo que su gobierno hará cambios al sistema de pensiones para beneficiar las jubilaciones más bajas.

Entre las medidas anunciadas se incluye el fortalecimiento del carácter mixto y tripartito del sistema de pensiones, incorporando un mayor esfuerzo de los cotizantes, empleadores y el Estado. La presidenta anunció que, con cargo exclusivo al empleador, se aumentará la tasa de cotización gradualmente en cinco puntos porcentuales, con el objetivo de crear un pilar de ahorro colectivo solidario, una parte del cual permitirá elevar las actuales jubilaciones y otra parte buscará mejorar la equidad en las jubilaciones futuras de los trabajadores que hoy cotizan.

Bachelet dijo que el sistema “requiere importantes cambios regulatorios” para asegurar mayor equidad, eficiencia y transparencia, así como una menor discriminación hacia las mujeres. Aumentará la representación de los afiliados en las decisiones de inversión de las administradoras, y se modificarán normas que ocultan las comisiones cobradas por los fondos de pensiones. La principal novedad radica en la promesa de crear una AFP estatal con el objetivo de elevar la competencia, reducir costos de administración y dar mejor cobertura.

El sistema actual, creado durante la dictadura de Augusto Pinochet, es administrado en exclusividad por seis empresas privadas que manejan más de 160.000 millones de dólares en activos. Las medidas anunciadas son una respuesta a un creciente malestar por las bajas jubilaciones y se conocen un día antes de una convocatoria a un “cacerolazo” que impulsa la coordinadora “No más AFP”.