El Tribunal Supremo palestino suspendió temporalmente las elecciones previstas para el 8 de octubre, y el fallo expuso las tensiones entre Al Fatah y Hamas, las dos grandes facciones que se postularon a esos comicios. La votación, para la que ya se presentaron 860 listas, era una posibilidad de superar la división que se mantiene desde 2007, cuando se rompió el gobierno de unidad palestino. Desde entonces Al Fatah gobierna Cisjordania y Hamas controla la Franja de Gaza.

Según informaron las agencias de noticias Efe y Maan, la decisión del tribunal respondió a varios recursos presentados ante la Justicia. Uno de ellos fue interpuesto por un abogado particular, Nael al Huh, que pidió que se cancelaran las elecciones porque quedaría excluido de la votación parte del territorio palestino, la zona de Jerusalén Este, que está ocupada por Israel y en la que viven 250.000 personas. También argumentó que, a diferencia de lo que ocurre en Cisjordania, en la Franja de Gaza el sistema judicial que debería controlar el proceso es “inestable” y “desigual”.

Ayer el Tribunal Supremo palestino anunció en un comunicado su decisión de postergar las elecciones, sin establecer una nueva fecha. Recién el miércoles 21 volverá a reunirse para tomar una decisión definitiva. Hasta entonces todas las actividades vinculadas con las elecciones quedaron suspendidas, informó ayer la Comisión Electoral Central, cuya sede se encuentra en Ramala, Cisjordania.

Por su parte, uno de los líderes de Hamas, Mahmoud al Zahar, dijo que el fallo del Tribunal Supremo es una “decisión política, ilegal e infundada”.

Este no es el primer problema que surge en este proceso electoral. Antes, otro fallo de un judicial, en este caso del sur de Gaza, había anulado la candidatura de cinco integrantes de Al Fatah. El portavoz de esa organización política, Fayez Abu Aita, manifestó que dejar afuera a esos candidatos es una muestra de la voluntad de Hamas de seguir en el poder y “destruir el proceso electoral democrático”.

Dos días antes, el Centro Palestino para los Derechos Humanos había denunciado “amenazas a algunos candidatos, tanto por arrestos como por golpes o disparos, palizas a activistas políticos, detenciones y citaciones con motivo de las elecciones”. Según la organización civil, esto ocurrió tanto con los candidatos de Hamas en Cisjordania como con los de Al Fatah en Gaza, y llamó a las autoridades de uno y otro territorio a trabajar para que no siguiera ocurriendo.

De acuerdo con Efe, también el vicecoordinador de la Organización de las Naciones Unidas para el Proceso de Paz en Medio Oriente, Robert Piper, había advertido sobre obstáculos a las elecciones que podrían “debilitar la causa palestina”, entre ellos, los intentos de influir en las elecciones “mediante intimidación, amenazas, violencia o coerción”.