A días de dejar el gobierno de Estados Unidos en manos de Donald Trump, Barack Obama anunció ayer el fin de la política conocida como “pies secos/pies mojados”, adoptada en 1995, por la cual eran admitidos en su país aquellos inmigrantes cubanos que lograran tocar tierra y no los que fueran detectados en embarcaciones.

Por años, el gobierno de Cuba argumentó que esta política estadounidenses promovía que los cubanos se arriesgaran a viajar a Estados Unidos incluso en condiciones peligrosas.

Con la decisión, Obama busca afianzar su política hacia Cuba, que Trump ha criticado. “Hoy Estados Unidos está dando pasos importantes para normalizar las relaciones con Cuba y para lograr una mayor consistencia en nuestra política de inmigración”, dijo el presidente en un comunicado. “Al dar este paso, estamos tratando a los emigrantes cubanos de la misma manera que tratamos a los de otros países”, agregó. También informó que Cuba está dispuesta a aceptar a los cubanos deportados, aquellos que “no califiquen para ayuda humanitaria”, tal como lo hacía antes con quienes entraban en la categoría de “pies mojados”.